Por: Roberto Morales Estrella
Economía e Innovación
Los grandes desafíos para toda la humanidad que habitamos hoy el planeta, son el cambio climático, la pobreza, el terrorismo, las intervenciones militares, migración, nuevas enfermedades, y el desarrollo científico y tecnológico.
Todos ellos son de decisión mas que de condición, sobre todo en los niveles de gobierno, el homo economicus tiene la obsesión de acumular riqueza como medio de poder, dominando a naciones rezagas pero con recursos naturales superiores a los existentes en las naciones desarrolladas, dominantes por sus capacidades militares, tecnológicas y financieras.
Su fundamento ideológico es el economismo, que según Richard Norgaard reduce todas las relaciones sociales a la lógica del mercado, encontrando en las teorías económicas neoliberales, el mecanismo de apropiación de la riqueza en los términos de intercambio a nivel internacional, incluyendo la apropiación de los conocimientos, generados en todo el mundo, vía la Propiedad Intelectual como mercancía de las mercancías, y la manipulación de las tasas de interés, para la materialización de los procesos productivos en capital financiero, que logran las grandes empresas globales.
El espacio idóneo son los mercados, que dominan las grandes empresas globales por su alta competitividad basada en desarrollo tecnológico-innovación, por ello la política exterior norteamericana tiene como objetivo crear un orden global en el cual las corporaciones estadounidenses tengan libre acceso a los mercados, a los recursos naturales y a las oportunidades de inversión, el esquema es el “Libre Comercio” donde gana el más fuerte tecnológica y financieramente, cuya capacidad supera a las naciones donde se instalan y donde su influencia es determinante en el diseño y aplicación de la política económica local.
“La política es la sombra que arrojan las grandes empresas sobre la sociedad” dijo John Dewey; esto significa el control privado por parte de estas grandes empresas, de la banca, las mejores tierras, la industria y los centros de investigación y desarrollo científico y tecnológico, en naciones emergentes como en México, donde se aplica un proceso de desnacionalización a favor de las grandes empresas globales.
A partir de la década de los años 70s del siglo pasado, el sistema monetario de Bretton Woods fue sustituido por un sistema monetario basado en la libre movilidad de capital, significando dejar libre los mercados financieros sin reglamentación gubernamental; de esta forma los organismos financieros podrían operar con riesgos mas altos, el mercado financiero minusvalora el riesgo.
Siendo los bonos subprime una modalidad crediticia con un nivel de riesgo de impago, superior a la media del resto de los créditos, las financieras liberaron créditos de este tipo de manera irracional, provocando la crisis de 2007-2009, a pesar de ello fueron rescatados, socializando sus pérdidas, por las presiones que las propias financieras hicieron al gobierno, vía el llamado parlamento virtual, denominando así a los inversionistas y prestamistas, que votan mediante, ya sea la fuga de capitales o impactando en la paridad cambiaria.
La liberalización financiera tiene efectos que van mas allá de lo meramente económico, ya que el incremento en las tasas de interés a partir de los 0.25 que hiciera la Fed de los Estados Unidos, y que según expertos se incrementará en el 2016 hasta 1.37% representando un encarecimiento del dinero, afectando a otras naciones como a México cuya política financiera y comercial esta sujeta a los designios de los EU, pero también impacta a China, Brasil, Sudáfrica, y Rusia, de hecho es una guerra financiera multidimensional con consecuencias aún no predecibles.
La sociedad mundial esta dividida en la Plutonomía (1%) y el Precariado (99%), dejando atrás a la burguesía y al proletariado, reflejo de una mayor concentración de la riqueza, por lo que la crisis financiera que se profundizará a partir del 2016, ahondará aún más, las condiciones de pobreza, en economías como la nuestra.
Para disminuir nuestra vulnerabilidad ante los desafíos del 2016 y años venideros, una alternativa viable es establecer como objetivo central de la política económica el crear una Sociedad del Aprendizaje con Sustentabilidad, caracterizada por una economía innovadora y una real eficiencia distributiva. Lo malo es que esta política económica no esta contemplada en las reformas estructurales. ¿no lo cree usted? Felicidades para el próximo 2016.