Por:Roberto Morales Estrella
Economía e Innovación
Agustín Carstens Gobernador del Banco de México, declaró el pasado 20 de enero “los países emergentes deben estar preparados para una crisis potencialmente severa y de consecuencias violentas debido a los estragos que pudiera causar el retiro de las políticas monetarias no convencionales en países ricos y la desaceleración de China”
Esto se debe, según explicó al Financial Times, a la venta de acciones y bonos de mercados emergentes de inversionistas internacionales, desde mediados del 2015, que amenaza con propiciar una contracción crediticia, que dificultaría a las empresas de los países emergentes pagar sus deudas.
La crisis que ya se asoma en el mundo, es la más compleja que se ha vivido, por las incongruencias que las teorías económicas neoliberales no alcanzan ya explicar, estas teorías se aplican en la mayoría de las naciones, donde el centro de los modelos son las grandes empresas globales y la mega banca internacional, donde los mercados bursátiles, son fiel reflejo e instrumento para buscar siempre la maximización de los grandes inversionistas internacionales.
Con un descenso del índice bursátil estadounidense S&P 500 del 6,7% en lo que va del año, no es de extrañar que los inversionistas prendan sus alertas, sobre todo porque el Fondo Monetario Internacional informó que el crecimiento económico del planeta para este 2016 será modesto y desigual.
La baja de los precios del petróleo y de las materias primas, la revaloración del dólar, la caída de Yen y la lucha por el dominio de los mercados, son elementos que visten de complejidad el panorama de las economías, sobre todos de las emergentes, cuyo comercio internacional se basa en exportación de materias primas, pero algunas de ellas como México, registran crecimiento económico sin mejoría social, porque la exportación manufacturera provienen de empresas globales asentadas en territorio nacional, que si bien han creado empleos, estos son ocupados por trabajadores que traen de sus propios países, como el caso de los japoneses que han invadido Guanajuato, las utilidades de estas empresas globales, son remesas que van hacia sus corporativos en las naciones desarrolladas, léase Japón y Estados Unidos.
Como lo plantea el analista German Rivera, no hay congruencia cuando hay una caída en los precios del petróleo, al tiempo que el precio del dólar se incrementa, y a pesar de que la inflación en México es una de las mas bajas, según los discursos oficiales, el dinero no nos alcanza para adquirir nuestros bienes básicos y el gasto corriente, vea usted la incongruencia, baja la gasolina y el transporte sube. Algo no funciona bien, y la crisis que se viene es un incremento de precios sin control.
La crisis que está por llegar no es este año o el otro, se irá incrementando paulatinamente, como dicen los expertos, en escalamiento, sobre todo porque los cambios tecnológicos se ubican ya en la cuarta revolución industrial-tecnológica.
La primera revolución (1771-1829) fue la del vapor de agua, manufactura mecánica, el hierro y el ferrocarril; la segunda (1875-1908) la división del trabajo, la electricidad, el acero, la ingeniería pesada, el petróleo, el automóvil y la producción en serie; la tercera (1969-1971) la electrónica, informática, telecomunicaciones y producción automatizada. Estas tres revoluciones son, como todo cambio social, un procesos histórico, no exentas de crisis, pero el fenómeno demográfico no representó conflicto con la eficiencia, la mejoría social y el mercado, pues las economías eran cerradas.
La cuarta revolución (1990- ¿????) se distingue por la mentefactura, la biotecnología, nanotecnología, biolectrónica, las bio-empresas, combustibles alternativos, nuevos materiales y los sistemas ciber-físicos como los ecosistemas locales de innovación.
La sobrevivencia a nivel de dignidad en esta cuarta revolución se fundamenta en una sociedad sustentada en el aprendizaje y un mercado global sin fronteras, exige la existencia de un Capital Humano de Alto Desempeño, hoy el talento es factor crítico para el empleo; pero según el Banco Mundial en Latinoamérica existen 20 millones de ninis, sin oportunidad de insertarse a la sociedad de aprendizaje.
¿Nuestros gobiernos se ocupan de desarrollar las políticas necesarias? ¿será la emprendeduría la que saque adelante al país? ¿Serán las grandes empresas trasnacionales las que salvarán a México? ¿qué hace falta?