En un mundo inundado por información irrelevante la claridad es poder, dice Yuval Noah Harari en su obra “21 lecciones para el Siglo XX1”, frase que toma una gran relevancia ante la reacción de los grupos oligarcas que han sido desplazados del poder político, pero todavía ostentan el poder económico; según los medios, es Felipe Calderón el que está liderando el llamado “golpe de Estado Suave”.
El inspirador de esta estrategia de desestabilización, es Gene Sharp a través de su libro “de la dictadura a la democracia” que la CIA y la USAID (Agencia de los EU para el Desarrollo Internacional) lo tienen como manual para la implementación de agresiones contra gobiernos democráticos.
La estrategia de Gene Sharp es generar información falsa que fluya a través de diarios, canales de tv y las redes sociales, propiciando rumores e intrigas, organizando marchas, protestas, bloqueos, y provocaciones que desemboquen en represiones generando desestabilización en contra de la 4ªT.
Pero ¿hay o no crisis económica? Según la Teoría Económica, las fases van de la expansión hasta un punto máximo, luego viene la desaceleración pero se sigue creciendo; Se llega a la recesión cuando no se generan empleos y el consumo baja por el incremento ya sea de la inflación o en las tasas de interés de adeudos; la depresión aparece cuando la caída del PIB en un año es del 10%. eso sí es crisis económica. México registra una desaceleración no una recesión y mucho menos una depresión, o sea no hay crisis económica.
Pero eso no quiere decir que no haya señales de alerta, que los agoreros del desastre magnifican; Según datos publicados por el Centro de Estudios de las Finanzas públicas, la formación bruta de capital fijo del sector privado pasó del 73.4% en 2010 a 86.3% en 2018, pero el sector público registra una caída al pasar del 26.3% a 13.7% en el mismo periodo, lo que evidencia que el modelo económico de los gobiernos neoliberales cumplían los preceptos del Consenso Washington, al reducir la participación del Estado en la rectoría de la Economía, los principales inversores privados son las empresas trasnacionales.
En cuanto al gasto de inversión en relación al PIB, está pasó del 4.4% en 2010 a 2.9% en 2019, por su parte la inversión física pasó de 3.3% a 2.6% en el mismo periodo, consecuentemente el comportamiento de estos rubros llevó a que el crecimiento del PIB fuera del 2.6% en 2010, al estimado de 1.7% en 2019, que según algunos organismos, el PIB cerrará en 0.9% en el 2019. Aun así no representa una crisis económica como lo quieren hacer ver.
José Luis Calva y un grupo de expertos nos muestran la tendencia del gasto público como parte del PIB, en 1959 represento el 10%, pero creció paulatinamente hasta llegar al 42.2%, en 1981, pero a partir de 1987 la tendencia fue decreciente cayendo al 20.7% en 2008 que es el periodo neoliberal, lesionando el gasto social.
En materia de I+D cabe mencionar a Corea quien en 1998 se situaba en el mismo nivel que México, pero actualmente invierte el 4.2% de su PIB, correspondiendo el 78% al sector privado, México no supera el 0.4% en I+D, pero si importa en tecnología el equivalente al 4% del PIB.
Este estancamiento en I+D, se ha traducido en una mayor dependencia de nuestra economía del extranjero, siendo los tienen el 95% de lo que se patenta en México. Esta situación viene del periodo neoliberal, ante ello es urgente incrementar por lo menos al 1% del PIB en I+D, impulsar la generación de bienes y servicios con más intensidad tecnológica, y ampliar la base de conocimientos en las ciencias duras, como la generación de empresas de base tecnológica, siendo imprescindible la Transferencia Tecnológica y de Conocimientos, cuyo índice es cero, como en el Estado de Hidalgo; sin desarrollo tecnológico no habrá desarrollo ni bienestar social, el riesgo sería una desmovilización y desmoralización popular, convirtiéndose en el pasto para el fuego de la anarquía, dando paso a la llegada de un gobierno dictatorial. ¿eso es lo que queremos?