Las células madre de la médula ósea se emplean por lo general en la reparación de tejidos dañados. En el caso de este último estudio, llevado a cabo por la Universidad de Murcia, se ha logrado ralentizar el deterioro ocular al trasplantar células mononucleares de la médula ósea de animales sanos a animales de la misma especie con dos enfermedades degenerativas de la retina.
Estas enfermedades se asemejan a la retinosis pigmentaria humana, que termina por provocar ceguera irreversible. Por esta razón, el equipo espera que con el tiempo este estudio sirva para crear las condiciones de un tratamiento contra las enfermedades oculares.
Sin necesidad de usar tejido embrionario
El estudio se ha llevado a cabo entre la Universidad de Murcia (Grupo de Oftalmología Experimental), el Instituto Murciano de Investigación Biosanitaria (IMIB) y el Grupo de Hematología, Trasplante hematopoyético y Terapia Celular.
Además, según informa la universidad en un comunicado, el éxito del experimento ha sido publicado en la revista ‘Acta Ophthalmologica’, una de las revistas científicas de oftalmologías más importantes a nivel mundial, fundada en 1923.
A diferencia de otros estudios con células madre, que solo demuestran ser exitosos cuando se trata de células madre embrionarias (es decir, extraídas de hembriones), en este caso las células mononucleares han sido extraídas de tejido adulto, por lo que no habría problemas éticos por el uso de tejido embrionario, como puede ocurrir en otros tipos de trasplantes de células madre.
Experimento y resultados
En la investigación se han evaluado los resultados de la inyección las células tanto en el vítreo como debajo de la retina.
Lo que observó el equipo es que los trasplantes lograban ralentizar la degeneración de los fotorreceptores, consiguiendo una mayor supervivencia de estas células, que son las sensoras de la luz de la retina y que cuando se inflaman, producen la reducción progresiva de la vista.
Además, también se observa una disminución de la degeneración de las conexiones entre los fotorreceptores y las otras neuronas de la retina, responsables de recibir la información que estos captan y enviarla al cerebro.
Aplicación en humanos
Las conclusiones “podrían emplearse en el futuro para estas enfermedades y mejorar la calidad de vida de los pacientes», afirma Diego García Ayuso, investigador de la Universidad de Murcia y codirector del estudio junto con María Paz Villegas.
García Ayuso añade que los resultados son también prometedores para una amplia gama de enfermedades de la retina que cursan con degeneración de los fotorreceptores o con inflamación.
Fuente: 65ymas.com