Por:Roberto Morales Estrella
Economía e Innovación
Actualmente cerca del 12 porciento de la población en México es de 60 años y mas, para el 2050 esta proporción subirá mas allá del 25 porciento, lo que plantea un desafío para el gobierno y la sociedad en general, ya que el pasivo laboral del sector público al finalizar el 2014, sumaron 11.5 billones de pesos cantidad equivalente al 67 porciento del PIB, si a este monto se le suma el total de la deuda interna y externa, que alcanzó los 7.4 billones de pesos en el mismo año, el pasivo total del gobierno federal al 31 de diciembre del 2014 asciende a 18.9 billones de pesos representando el 110.8 porciento del PIB.
Los recursos no alcanzan para cubrir el rezago en el que cayó el sistema de pensiones, basado en un esquema de reparto o beneficio definido, que operó en el periodo 1943-1973, considerando a las pensiones como un derecho al bienestar, después de una vida laboral.
En el periodo de 1973-1992 el IMSS implementó un sistema de pensiones basado en el salario promedio de 5 años y el numero de 500 semanas cotizadas, donde el trabajador haya realizado sus aportaciones; de 1992 a 1997 el sistema de pensiones se reformó, dando paso a la creación del Sistema de Ahorro para el Retiro (SAR), originando las pensiones que otorgaba el IMSS a través de la Ley promulgada en 1973, dicho complemento consistía en las aportaciones del IMSS en un 2 porciento del salario base de cotización, el cual se acumulaba en cuentas bancarias de ahorro para el trabajador, llamadas ICEFA, con un rendimiento real otorgado por éstas instituciones del 2% anual, respaldado por el gobierno federal.
Estas reformas dieron base legal al sistema de pensiones, incrementando los beneficios al trabajador, sin el correspondiente incremento de cuotas, lo que propició el desbalance financiero, derivando en una insuficiencia financiera que rebasó al IMSS. No es improbable que haya impactado algún desvió de recursos, como la adquisición de un equipo de futbol, ¿se acuerda usted del Atlante-IMSS?
A partir de 1997, al reformarse la Ley del IMSS, se excluyó de su ámbito de competencia el pago de pensiones por Vejez y Cesantía, creándose las AFORE para manejar los recursos de los trabajadores destinados a sus pensiones, fusionándose las aportaciones para este rubro, con las del SAR establecidas desde 1992, sustituyendo el esquema de beneficio definido, por el de la contribución definida.
También se modificó el sistema de cotizaciones al pasar de 500 a 1250 semanas, para aquellos trabajadores que ingresaron al IMSS después del 1º de Julio de 1997, el IMSS ya no tendría ningún compromiso en materia de pensiones por retiro y tampoco recibiría las contribuciones correspondientes, dado que a partir de esta fecha son las AFORES las encargadas de las pensiones.
De ésta manera se incubó el problema, porque para el 2021, cuando los trabajadores aforados con derecho a pensión, reciban montos del 30 o 35 porciento del salario de cotización, serán cantidades insuficientes para una vida digna, seguramente propiciará el descontento social tanto de jubilados como de los demás sectores de la población.
El reto a superar son las bajas contribuciones al ahorro para el retiro, que según la OCDE son las más bajas a nivel internacional, por la otra parte las cuotas que cobran las AFORES son más altas que las que se cobran en otros países, el tercer elemento a considerar son los bajos niveles salariales que se registran en México.
El rezago que padecen los mexicanos, es de reformas con sentido social, con impactos positivos en el corto y mediano plazo; desde una perspectiva de sociedad, la vejez pondrá en ambiente de crisis a las naciones que no construyan y apliquen políticas que cierren la brecha de insuficiencia financiera y descapitalización; por lo que es necesaria la reducción de las cuotas que cobran actualmente las AFORES, como una mayor capacitación a los trabajadores, pero lo que es imprescindible e impostergable es elevar el salario a nivel de dignidad, claro, nada tiene que ver el ridículo y ofensivo 4.2 porciento, de incremento para el 2016. ¿no lo cree usted?