Cada artículo que se escribe sobre el tema de la basura, representa una crónica de un desastre antropogénico o ecológico, de lo que llamamos “kosmos”, término griego intraducible que denota orden y belleza, fue Pitágoras quién lo utilizó por primera vez, para referirse a todo el universo, lo aplicó a nuestro planeta hoy amenazado.
No es accidental que en las conclusiones a que llegaron las naciones participantes de la cumbre G20 recientemente celebrada en Brisbane, Australia, anunciando el primer ministro de ese país Tony Abbott, que se aprobó un paquete de 800 acciones para inyectar 2 billones de dolares, para combatir el cambio climático e impulsar el crecimiento económico mundial en 2.1 por ciento adicional.
Como lo expresara el presidente de la República de Uruguay José Mujica, en el marco del sexto Simposio Internacional “El nuevo paradigma ambiental y económico”: “los seres humanos agredimos este planeta, nuestra civilización es de use y tire, somos la civilización del despilfarro”.
De acuerdo con los expertos del cambio climático (IPCC), el clima de la Tierra no solo depende de la energía del Sol, la cual está determinada por los cambios en sus orbitales, cuya alteración puede provocar un cambio de 15 grados Celsius sobre cero a 18 grados bajo cero en promedio, lo que se conoce como efecto invernadero, la causa son los procesos biogeoquímicos internos del planeta, que amplifican de manera importante el efecto inicial, por las concentraciones de dióxido de carbóno (CO2) y del metano (CH4) que incrementan las temperaturas constantemente, lo que puede desemobocar en un desastre antropogénico ambiental.
Por lo que es urgente tomar las medidas pertinentes, tanto a corto como a largo plazo, ¿cuáles podrían ser? Bueno, se registra una tendencia mundial de industrializar la basura, tendencia que ubica al sector privado como principal protagonista, lo que implica que los municipios tendrán que valorar su participación ante esta tendencia que parece desplazarlos.
Ya hay participación empresarial en la industrializacion de la basura en municipios como Guadalajara, Aguascalientes, Ciudad Juárez, Cancún, Monterrey, entre otros; hay concesiones que van de la mera recolección para llevarlo a un tiradero, ante la ausencia de un relleno sanitario que cumpla la normatividad, pero también hay empresas formales que cumpliendo la normatividad ofrecen los servicios desde la recolección, hasta la transferencia, tratamiento y disposición final; en algunos casos llegan hasta la generacion de energía eléctrica; empresas con presencia nacional son Proactiva Medio Ambiente México (PASA), Grupo Red Ambiental, Tecmed, y Proterra de Grupo Domos; también existen empresas de actuación local como Mobil Container, Ruta, Recolectora Industrial de Occidente, Sanirent, Selicsa y Trisa Comercial.
Esta tendencia a la privatización de los servicios de recolección, transportación, tratamiento y disposición final, es incremental, pero no es la solución al problema de los procesos biogeoquímicos; si tan solo actualmente hay mas de 380 municipios considerados urbano-industrializados con más de 50 mil habitantes, que carecen de un servicio normado de tratamiento, reciclaje y disposicion final de sus residuos.
El impulso que se registra en el cambio tecnológico a través de los parques científicos y tecnológicos, de las ciudades de conocimiento y de las oficinas de transferencia tecnológica, como del exponencial consumo-desecho de aparatos electrónicos que están generando la e-basura o basura electrónica, cuyo manejo requiere de una tecnología que no tiene niguna de las empresas llamadas formales, que actualmente se mueven en el negocio de la basura. Tampoco se tiene noticia que sea un tema tratado con prioridad, por el Instituto Nacional de Reciclaje, que por cierto acaba de realizar su 22 congreso internacional; si bien promueve una cultura de reciclaje, es limitado su impacto ante el aumento de la basura electrónica que alcanza las 200 y 300 mil toneladas anualmente, misma que registra tendencia incremental a nivel vertiginosamente exponencial.
Las privatización de los servicios de recolección, incluso de reciclaje y disposición final de la basura y desechos electrónicos son considerados de corto plazo y de pronta obsolescencia, lo urgente es diseñar modelos locales donde la investigación, el desarrollo tecnológico y la innovación sean los ejes rectores de los procesos económicos y sociales; estamos hablando de modelos económicos municipales y regionales bajo el esquema de economía circular. ¿No lo cree usted?