Lamentable la tragedia de Tlahuelilpan, provocada por los criminales huachicoleros, como absurdo pretender responsabilizar al Presidente López Obrador.
Eliminar la corrupción como sistema criminal, no es sencillo, ni tampoco de una sola batalla, en este orden de ideas está el rezago tecnológico de Pemex, que también requerirá de nuevas estrategias donde la Investigación y el Desarrollo (I+D), son fundamentales.
La tecnología como los hidrocarburos (petróleo, gas, gasolina y diésel) son activos de alto valor estratégico para cualquier país; la tecnología materializada en productos, procesos y conocimientos tiene un amplio espectro de aplicación orientada a generar mejores condiciones de bienestar para la población.
Cuando se habla de valor económico en la industria petrolera, no basta referirse a los yacimientos y los barriles de crudo, sino también a la tecnología y al talento científico, para la exploración, producción y refinación del petroléo, para obtener productos tales como como la gasolina, el gas, y el diésel, entre otros, los cuales, ya con mayor contenido de conocimiento, logran mayor valor de mercado. Sin embargo a pesar de su valor estratégico, el nivel de entendimiento y apreciación de la tecnología y el talento científico aplicado a la industria petrolera, ha sido limitado o perversamente ignorado en nuestro país.
En la industria petrolera, como en otras tantas, existen dos tipos de empresas para enfrentar los desafíos tecnológicos, las que se basan en la I+D y las que compran tecnología, en las primeras la ruta a la competitividad es más lenta pero más sólida, en las segundas, se pueden lograr niveles de competitividad en menor tiempo, pero el riesgo de perderla se incrementa en la medida de que los pagos de derechos de Propiedad Intelectual suben.
La empresas petroleras líderes, son las que más invierten en I+D, por ejemplo Royall Dutch Shell invirtió en 2012, 1.2 mil millones de dólares, mientras que Pemex cero.
Si bien es cierto que el gobierno anterior elaboró el Programa Estratégico Tecnológico para Pemex 2013-2027, a partir de sus necesidades tecnológicas, las cuales se atenderían en alianza con el Instituto Mexicano del Petróleo (IMP), a través de dos vertientes: Un programa de adquisición de tecnología y la Identificación de alternativas tecnológicas. Cinco son los elementos, uno de ellos es el contexto, en él se tomaba como relevante el marco jurídico, concretamente la ley de Pemex publicada el 28 de noviembre del 2008, estipulando en su artículo 7º que el Consejo de Administración y el Director General buscarán en todo momento la creación del valor económico en beneficio de la sociedad mexicana y el apoyo a la I+D.
Los resultados fueron exactamente lo contrario, puesto que se propició la corrupción y la impunidad, para que el huachicoleo floreciera como uno de los negocios criminales más lucrativos, quitando valor a Pemex y vidas humanas a los mexicanos.
Fue en 1965 cuando se creó el IMP, con el propósito de desarrollar proyectos de investigación básica y aplicada, formar investigadores y capacitar a trabajadores, sin faltar la difusión y aplicación de los desarrollos científicos y tecnológicos en la química, petroquímica básica y derivada; su desempeño lo ubicó como el principal pilar tecnológico de Pemex, generando y exportando patentes.
En los 80s, ya en el periodo neoliberal, también fue objeto de desmantelamiento, reduciendo paulatinamente su presupuesto y disminuyendo la realización de proyectos de desarrollo tecnológico, Felipe Calderón lo intento desaparecer con su programa de modernización de Pemex y Peña Nieto también lo intento con su reforma energética.
No lo lograron, pero actualmente, tal parece que no se le está tomando en cuenta ya que su presupuesto es insuficiente para que cumpla con los propósitos para los que fue creado; el Presidente López Obrador mencionó que sí lo apoyará y participará en el Plan Nacional de Refinación como en proyectos de I+D, pero todavía no hay evidencia de ello.
Las tendencias marcan la aplicación de nuevas tecnologías en la industria petrolera como el Internet de los cosas, la inteligencia artificial el análisis predictivo y la automatización inteligente, entre otras. Pemex no puede quedar o hundirse en el rezago tecnológico, es parte de su rescate. ¿no lo cree usted?