A partir de la generación Z hay una identificación, que puede considerarse como práctica casi natural, al uso de las llamadas Tecnologías de Información y Comunicación (TICs), que sumadas a la hiperconectividad y al consumo de cada vez más gigabytes, sin dejar de considerar al 5G y al 6G, se ha propiciado un uso desadaptativo de éstas tecnologías (Diaz, 2020, pág. 30) generando “acciones relacionadas con abandonar obligaciones familiares, educativas o sociales, por pasar más tiempo en internet y/o videojuegos, reducción del rendimiento académico, preferir relaciones virtuales a las relaciones reales, mostrar inquietud al no recibir mensajes o llamadas, alteraciones por usar el móvil, agresividad o irritación al ser interrumpidos, mientras usan sus dispositivos”.
Investigadores de la Universidad de Murcia España, dirigidos por Adoración Díaz López, realizaron una encuesta a 1000 personas, concluyendo entre otros aspectos, que el acceso a internet durante todo el día fue de 60.8%, por las tardes el 26.3%, por las noches el 10.4% y solo el 2.5% nunca se conectaban.
Se estima que actualmente los usuarios de redes sociales suman, a nivel global, más de 4 mil millones de personas (Gonzalez, 2024), las cuales cada vez se incrementan más, a un ritmo del 5.1%, ¿quiénes son los beneficiarios? Obviamente las grandes tecnológicas como Meta, X, Youtube, Instagram, Alphabeth-Google, Linkedin, TikTok, Tencent y Telegram, además de las plataformas de Streaming como Netflix, Amazon, Vix entre otras, sin faltar los videojuegos como Roblox, Activision Blizzard, Apple, Disney, Electronic Arts, Nintendo, y Take-Two Interactive, los servicios de nube de Amazon, de Microsoft, de Oracle, y otras tantas empresas, sin faltar los servicios digitales de bancos y empresas comerciales, y los 7 mil 700 millones de usuarios de celulares, hay más dispositivos que habitantes en el mundo.
La diversidad y la interoperabilidad, es un entramado complejo, donde está inmersa la mayoría de la población mundial, incluso los bebés, futuros consumidores-adictos que constituyen un mercado potencial, por el que las grandes empresas tecnológicas compiten; sobre todo por que a las nuevas generaciones les tocará ya, la inmersión a la gran diversidad de metaversos, ya en desarrollo.
Todo este mundo tecnológico es posible, por el constante escalamiento de la I+D+i, donde las tecnológicas transnacionales, invierten billones de dólares, claro para convertirlos en trillones de dólares, es un modelo de mercado que propicia la perpetuidad de la desigualdad social, por el incumplimiento de los derechos humanos.
Este paradigma tecnológico, cuyo desarrollo es más acelerado que su regulación y la adopción de una cultura ética, se ha convertido en el caldo de cultivo de la nueva pandemia de la Ansiedad Tecnológica, dado que ya está derivando en enfermedades mentales, en una población cada vez más numerosa, según lo plantea el Filósofo y Psicólogo social Jonathan Haidt titular de la Cátedra de Liderazgo Ético en la Universidad de Nueva York (Ana, 2024), en su libro “La Generación Ansiosa” dado que en la mayoría de las naciones desarrolladas, los niveles de ansiedad en adolescentes se ha incrementado en 161% en hombres, y 145% en mujeres, debido a uso abusivo del tiempo en internet, específicamente en las redes sociales.
En el uso adictivo de las redes sociales los usuarios se enfrentan a simulaciones, que los orienta aceptar lo virtual como realidad, generando confusión y ansiedad; por ejemplo la empresa Synthesia ha lanzado sus avatares expresivos para crear videos más realistas, por las expresiones y voces más parecidas a los humanos, pero no son reales, son simulaciones mas perfeccionadas, por muy real que parezca la expresión de sentimiento, los avatar no lo sienten.
Microsoft, por su parte, ya presentó su Inteligencia Artificial llamada VASA, que transforma fotografías de rostros humanos, en videos de conversaciones y cantos, pero claro no son reales.
La competencia de las transnacionales tecnológicas, ausentes de toda ética, es por lograr la hegemonía de los mercados, para incrementar más su rentabilidad. Ante esto toma relevancia el llamado Pacto Digital Mundial, presentado por la ONU, para combatir los contenidos nocivos, que hoy prevalecen en las plataformas digitales, apenas está el borrador cero, suena bien, lo difícil será transformar a las transnacionales tecnológicas, en empresas éticas, sustentables e incluyentes, sin ello no habrá avances.
Bibliografía
Ana, V. E. (27 de abril de 2024). El País Ideas. Recuperado el abril de 2024, de el pais.com: https://elpais.com/ideas/2024-04-28/jonathan-haidt-psicologo-social-ninguna-tecnologica-quiere-perder-a-su-objetivo-mas-valioso-los-preadolescentes.html
Diaz, L. A. (1º de junio de 2020). Uso desadaptativo de las TIC en adolescentes: Perfiles, supervisión y estrés tecnológico. Comunicar (Revista científica de comunicación), XXVIII(64), 29-38.
Gonzalez, A. (24 de abril de 2024). Marketing ecommerce. Recuperado el abril de 2024, de marketing4ecommerce: https://marketing4ecommerce.mx/como-crear-una-campana-de-redes-sociales/?utm_source=news&utm_medium=mail&utm_campaign=newsm4c