En la ceremonia de graduación de la generación 2017 de la Heroica Escuela Naval Militar, el Presidente Peña Nieto afirmó “que su gobierno está por alcanzar la cifra histórica de 3 millones de empleos creados” gracias dijo, “a las reformas impulsadas por su gobierno”, y agregó “que en 5 años ha cambiado el rostro a la economía del país, basta con voltear a ver lo que ocurre en los sectores energético, telecomunicaciones, automotriz y financiero”, me pregunto ¿quién domina esos sectores? Hay una sola respuesta, las empresas trasnacionales, algunas con prestanombres de mexicanos.
Por su parte José Antonio Meade Secretario de Hacienda, externó que Pemex va en línea y cumplirá su meta de producción, por segundo año consecutivo.
Ambas declaraciones abonan al gran mito de una economía, en trasformación en beneficio de los mexicanos, sobre todo de los jóvenes, puesto que según cifras de INEGI de los 2.1 millones de desempleados el 41.5% son jóvenes de 20 a 29 años equivalente a más de 888 mil personas, cabe señalar que en la categoría de 21 a 24 años son jóvenes egresados de universidades, que no fueron absorbidos por el mercado del trabajo.
Una economía cuya informalidad tiende a ser la constante, dado que el 47% de la fuerza laboral se ubica ahí y el 7.2% son los subempleados, lo que viene a sumar 54.2% de la población económicamente activa en “desocupación relativa”. ¿cuáles oportunidades de mejora?
En cuanto a la producción petrolera cabe decir que la perforación de pozos de exploración y desarrollo de campos de hidrocarburos, se desplomó en 92% ya que mientras que en 2012 Pemex contaba con mil 209 pozos de exploración, en 2016 apenas llegaron a 93 pozos. La producción pasó de 2.5 millones de barriles diarios en 2012 a 2.1 Barriles diarios en 2017, su nivel mas bajo desde 1990. De Acuerdo a la Comisión Nacional de Hidrocarburos, de los 150 equipos de perforación y exploración que ocupó Pemex en 2009, bajaron a 19 en 2016, el desplome representó casi un 90%.
En materia de refinación Pemex procesó a finales de junio y principios de julio 695 mil barriles diarios de crudo equivalentes al 42% de su capacidad productiva, eso no es eficiencia, sino mas bien pérdida; uno de los factores principales es el envejecimiento de las instalaciones por la falta de mantenimiento.
Ésta baja de producción en refinación de crudo, representa para las empresas trasnacionales Estadounidense y Chinas, una oportunidad de mercado porque son ellas las que cubrirán los faltantes.
Uno de los indicadores para medir el desarrollo es el PIB percápita, en el caso de México éste cayo en 10% en 2016, respecto al que se registro en 2015, para quedar en 8 mil 543 dólares anuales, en caso de que la distribución fuera igualitaria; pero obviamente la desigualdad económica en el país flagela al 99% de los mexicanos que se distribuyen el 1% del Ingreso Nacional y el 1% de la población (políticos, narcos y grandes empresarios) se distribuyen el 99% del Ingreso Nacional.
Debiera de aplicarse como medición de bienestar el FIB (índice de Felicidad Interior Bruta) porque estaría orientado a registrar el grado de satisfacción de la población, la producción brinda la base material, pero la realidad es que los ciudadanos quieren ser felices, vivir en paz y en armonía.
Lo mas cercano a ello es el Índice de Competitividad Social (ICS) mismo que se refiere al potencial de una sociedad, para generar el bienestar de sus integrantes, a través de la formación de condiciones del mercado, asociadas a la formación de capacidades básicas para el Desarrollo Humano, este índice incluye tres dimensiones: salud, educación, e ingreso.
La salud se está privatizando, el proceso previo es la burocratización de la atención medica en las instituciones públicas, cuya capacidad de atención cada vez es de menor calidad, dado que el mantenimiento de la infraestructura clínica y hospitalaria es cada día mas deplorable, tenemos excelentes médicos, pero pésismo sistema de atención, desde la óptica oficial solo las empresas trasnacionales lo podrán mejorar, claro los de bajos salarios no lo alcanzaremos a pagar.
La educación, es depredada por una política, que más que reforma educativa es un programa de marketing, donde la SEP gasta millones de pesos en giras y eventos costosos, donde los altos funcionarios evidencian sus incapacidades ya que len discursos pues no saben leer. Mientras que a las familias se les solicita los materiales para el aseo y remodelacion de los planteles donde estudian sus hijos.
De los ingresos, ni hablar, los salarios que ganan los trabajadores, que no funcionarios de gobierno, ni directivos de las grandes empresas trasnacionales, son los más bajos, por no decir que de hambre, por que no alcanza para adquirir la canasta básica.
Ha pero eso sí, José Antonio Meade, ya anunció un próximo recorte al presupuesto del 2018, pero no se espante “es poquito”. Y usted ¿qué piensa?