Los desastres naturales deben de apreciarse desde una óptica multidimensional, si bien no son frecuentes tampoco son ajenos a la existencia humana, por lo que deben verse retrospectivamente, es el sector público el que debe definir una política y destinar recursos hacia la investigación y al monitoreo científico para dar seguimiento al comportamiento de los fenómenos climáticos, el propósito, aprender como reducir la vulnerabilidad de las diversas regiones y de los diferentes grupos sociales que pueden salir mas afectados, por su precariedad social y económica. Esta tarea se está realizando en el gobierno de Peña Nieto?
Durante el acontecimiento de los fenómenos climáticos, las dependencias de los tres ordenes de gobierno, fundamentalmente las federales y las estatales deben actuar sobre todo con pulcritud y un alto sentido solidario y humano, bajo protocolos certificados internacionalmente. Bueno esto tampoco se hizo.
Lo que el gobierno de Peña Nieto realizó fue establecer un cerco informativo, al aplicar un bloqueo a los periodistas de oficio, cuya labor es fundamental en momentos de desastres, con ello incumplieron estándares internacionales por parte tanto de Enrique Peña Nieto como de Miguel Mancera, según lo especifica la revista internacional “artículo 19” en su reporte denominado “Información oficial: el gran ausente después del sismo”.
En lugar de coordinar esfuerzos con lo medios, lo que hicieron las dependencias gubernamentales, fue promover la imagen de Peña Nieto como de otros altos funcionarios, tomando las zonas de desastres como escenario, tal como sucedió en la zona Mixteca de Puebla llamada San Juan Pilcaya donde llego Peña Nieto y el Gobernador Gali, con un gran despliegue de fuerza solamente a tomarse la foto y a decirle a un anciano “Nada mas unas casitas se cayeron, pero todo bien ¿verdad?” a lo que surgió el reclamo de una estudiante de la BUAP “en vez de estarse tomando fotos, ¿por qué no traes comida? Dijo. Estas acciones de los funcionarios gubernamentales, además de ir en contra de todo protocolo, lastiman a la sociedad.
La solidaridad no solo es moral y emocional, sino en la efectividad de las acciones de planeación, donde la sociedad civil debe formar parte, son las primeras que arriesgan su vida y hacen efectiva la ayuda, no buscan ser falsos benefactores como el gobernador de Morelos.
En la reconstrucción, que debería ser creación de un nuevo México, la transparencia es imprescindible, si bien ya se tiene la cifra de 37 mil 500 millones de pesos, aunque se anuncian donativos, pero no se tiene plena claridad de donde vienen, como y a quien llegan, este monto de financiamiento se destinará a reparar daños de escuelas, aunque algunas habrá que construirlas nuevas, de igual forma las viviendas, y también se menciona el patrimonio cultural afectado, Suena Bien.
Los dueños de las grandes capitales en México como Carlos Slim, y Alberto Bailleres ya están invitados a sumarse al plan de reconstrucción, y ¿cuánto aportaron ellos al fondo? ¿Solo serán beneficiarios al ser quienes obtengan los contratos de reconstrucción?
También se incluyen a los consentidos del modelo económico de Peña Nieto, al sector bancario, dominado por la mega banca internacional, que obtuvieron utilidades por 77 mil millones de pesos en lo que la va de este 2017, equivalente al 124.7% respecto al 2016, con activos que representan el 43% del valor de la economía mexicana.
Para el sector de la construcción representa una gran estímulo a su recuperación pues venía registrando una caída del 3.7%, gracias al brillante plan nacional de construcción federal.
Con estos huracanes y sismos no solo se evidenció la debilidad de las estructuras de las construcciones, que no cumplen las normas necesarias, hay corrupción en ese sector donde los funcionarios públicos son los que se enriquecen, también se evidenció la debilidad de la estructura de nuestra economía.
Nuestro salario es el más bajo de Latinoamérica, ya hasta Trump está pidiendo que se incremente el salario a los mexicanos, para quitarle atractivo a las empresas norteamericanas, pero la distancia es abismal porque el salario de un mexicano es de 80.04 pesos diarios, aumentarlo a 92 pesos, como plantea la COPARMEX, todavía estaría muy por debajo de lo que se gana en EU, cuyo equivalente en pesos mexicanos serian mil 15 pesos por día.
Con este salario empobrecedor, con el atroz rezago tecnológico, una inflación de 6.66%, y un mediocre plan de reactivación pos-desastres; según la CEPAL México crecerá si acaso un 2.2% en 2017, mientras que Panamá en 5.6%, Nicaragua en 5%, y Costa Rica en 4.7%. Pero sí le aseguro una cosa, que los ricos en México serán más ricos. ¿no lo cree usted?
Por: Roberto Morales Estrella
Profesor Investigador de la UAEH/ 18/10/15