El proceso histórico es la ruta hacia nuevas formas de vida, los cambios que se están viviendo, tan abruptos y disruptivos están dado muestra de todo su potencial de transformación, la correlación de fuerzas antagónicas, evidencian sectores poderosos, como el de finanzas, los energéticos, la industria bélica, las cadenas de suministros y las cadenas de valor, que junto al binomio científico-tecnológico son el eje transversal de la construcción de la nueva sociedad global, transformación aderezada por el cambio climático y las pandemias tanto las que no se han ido y como las que faltan por venir.
La globalización es la trayectoria histórica de la humanidad, desde hace un siglo que se proyecta al futuro, por su creciente gravitación en los procesos que han impactado en las formas de pensamiento de la humanidad.
El proceso de globalización, se caracteriza primero por ser un proceso histórico multidimensional y segundo por ser el mecanismo para la imposición del capitalismo, sobre todo en su tercera etapa, por ser intensivo y expansivo.
La globalización según la Comisión Económica para América Latina (CEPAL, 2002), en su primera etapa 1870-1913 se caracteriza por una gran movilidad de capitales y de mano de obra, como el auge comercial, basándose en la fuerte reducción de costos, la explotación de la mano de obra y la depredación de los recursos naturales de los nacientes estados-nación, intensificándose las desigualdades sociales y el empobrecimiento de grandes masas de población.
El proceso de globalización se vio interrumpido por la primera y segunda guerra mundial, después de ésta última se dio origen a la segunda etapa 1945-1973 distinguiéndose por la creación de organismos internacionales como el Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento 1944 después Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional 1944, Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio 1947 GATT después Organización Mundial de Comercio OMC, el Tratado del Atlántico Norte OTAN 1949, Instituciones, no de cooperación, sino instrumentos de intensificación y expansión del capitalismo; conjuntamente con acuerdos bilaterales y multilaterales, se formaron regiones económicas, integrando a los estados-nación al nuevo modelo de capitalismo global, vía la industrialización tras-nacionalizada, creando las cadenas de suministro cuya esencia es, ha sido y será el desarrollo científico-tecnológico, pero la propiedad intelectual son de los grandes corporativos trasnacionales, su influencia tecno-económica-financiera supera las capacidades de las economías emergentes como México.
A partir de la década de los 70s la globalización aprovecha las zonas de libre comercio, como dispersión geográfica del modelo manufacturero capitalista e impulsa la expansión intensiva del capitalismo, en paralelo las corporaciones trasnacionales y los diversos organismos internacionales generaron tres grandes regiones EU, Japón y Europa Occidental, cuyo carácter hegemónico no fue suficiente para detener el fortalecimiento de los corporativos trasnacionales, que se erigieron en verdaderas súper Tecno-estructuras de poder transnacional, dada su presencia en todo el planeta, no importando el tipo de régimen del país en el que se encuentren; si un gobierno se les opone, como Irak, pues lo derrocaron.
La gradual pero intensa liberación del comercio como de los flujos financieros y el desarrollo de las tecnologías de información y comunicaciones, sentó las bases para el siguiente paradigma de la tecno-digitalización, impulsando la homogenización de los modelos económicos.
Sin embargo la que puede ser la cuarta etapa, es la convergencia de los desarrollos tecnológicos que han llegado a un punto de confluencia, que rebasó toda previsión, entrando al siglo XXI con nuevos liderazgos tecnológicos, dado su exponencial y disruptivo desarrollo, sobre todo a partir de la feria de Hannover messe en 2011, el Deep learning, el Deep Machine, el 5G-6G, el Blockchain, la Inteligencia Artificial, la Robótica, el Internet de las Cosas (IoT) la Ciberseguridad, como tibia respuesta a la inseguridad cibernética.
El mundo es otro y las hegemonías serán otras según sean las respuestas a las crisis bélicas, tecnológicas, energéticas, financieras, inflación, agua, y los efectos del cambio climático, pero sobre todo a la crisis alimentaria, salud, y educación o sea la desigualdad y la pobreza.
Los desafíos multidimensionales que enfrentarán los jóvenes de hoy y las generaciones venideras, son de alta complejidad, cuyas respuestas positivas solo se construirán con conocimiento, talento, investigación y desarrollo científico-tecnológico, pero sobre todo con valores humanos.