Economía e Innovación
Roberto Morales Estrella
La Cámara Nacional de la Industria Farmacéutica (CANIFARMA) informó que gracias al desarrollo tecnológico y a la innovación se registra un avance del 40% en la esperanza de vida, en México es de 72 años en hombres y 77 años en las mujeres.
Sin embargo esta condición no es para todos, dada la desigualdad social que prevalece, consideremos que la llamada democratización de la productividad, no se ha traducido en mejoras sociales, la limitación al acceso a los medicamentos, como los 55 millones de mexicanos que se debaten en la pobreza, de los cuales más de 11 millones están identificados en pobreza extrema.
Un reporte de Deloitte publicado en 2015, señala que el mercado farmacéutico mexicano, es el segundo mas grande en Latinoamérica después de Brasil, con una tasa de crecimiento del 5.6% durante 2014-2018; dinámica que según ProMéxico llegará a 9% hacia el 2020, un mercado con un valor que se expandirá de 16.4 millones de dólares en 2015, a 21 mil 500 millones de dólares en el 2020. Según Deloitte el 38% de las enfermedades son cardiovasculares y diabetes.
Las exportaciones en 2012 fueron de mil 874 millones de dólares, de los cuales el 22% se destinaron a los EU; pero nuestras importaciones sumaron 4 mil 985 millones de dólares, arrojando un déficit de 3 mil 111 millones de dólares. Siendo EU con el 23.4% y Alemania con el 15.9% los principales proveedores.
México es destino para la inversión extranjera en la industria Farmacéutica, ya que le da ventajas a las empresas trasnacionales, tan es así que 14 de las 15 empresas globales realizan operaciones en el país. ¿Que es lo que ha hecho atractivo a México para la inversión extranjera en este rubro? La respuesta la encontramos en la creciente importancia de los productos intensivos en conocimiento en los mercados globales.
Paradigma que se gestó en la Ronda de Uruguay del GATT (Acuerdo General Sobre Comercio y Aranceles) antecedente de la OMC, donde las naciones participantes, principalmente EU, establecieron las reglas del libre comercio y la regulación de flujos de conocimiento, a través del Acuerdo sobre Aspectos de Derechos de Propiedad Intelectual Relacionados con el Comercio (ADPIC) TRIPS por sus siglas en ingles.
Lo cual fue consecuencia de la expansión del conocimiento tecnológico patentable y del dominio de la jurisprudencia estadounidense inclinada a fortalecer la protección de la propiedad intelectual. ¿Quienes son los que mas patentan en México? Pues son los extranjeros con un 83% de lo que se protege en el país.
Esta situación obligó a que México derogara la ley de Invenciones y marcas de 1987, donde se estipulaba que los productos químicos-farmacéuticos, los procesos biotecnológicos, y los medicamentos, no requerían de patente, además facultaba al Estado mexicano para expropiar patentes por utilidad publica; lo cual quedo atrás al promulgarse en 1991 la ley de Propiedad Industrial donde lo no patentable se hizo patentable, ampliándose la protección de la propiedad intelectual de 14 a 20 años. ¿a quien favorece este marco regulatorio? Pues a quien mas patentan, que son quienes hacen más investigación aplicada, en esto las empresas trasnacionales tienen el liderazgo, mientras que México reproduce su rezago tecnológico, ya que nuestras pymes no contemplan a la investigación ni a la propiedad intelectual en sus practicas empresariales.
En este mercado existe una gran variedad de medicamentos tanto de patente como genéricos, reconoce PROFECO que algunos con precios realmente altos
Los genéricos son en su mayoría mas económicos que los de patente debido a los fármacos de patente vigente recuperan la inversión realizada en Investigación durante el tiempo que dura la protección intelectual; la característica de este mercado es la falta de control y regulación en los precios ya que la diferencia hasta por 389% en las tiendas departamentales, una metformina puede costar 13.30 pesos o bien 65 pesos; sin una regulación con sentido social de medicamentos, y con el riesgo de que salgan del mercado los medicamentos genéricos, se lesionaría la salud de millones de mexicanos, que no podrían comprar los de patente, poniendo en riesgo su vida. ¿No lo cree usted así?