Seguramente para algunos economistas neoliberales, la relación de la inflación con el rezago tecnológico de las economías emergentes, no tiene sentido, sin embargo cabe señalar que en toda actividad humana y fundamentalmente en las económicas, la tecnología está presente.
Si bien existe una cuerpo teórico sobre la inflación, a la cual se le considera como un aumento generalizado y continuo en el nivel general de precios, de los bienes y servicios de las economías, tanto desarrolladas como emergentes, la inflación que estamos padeciendo obedece a factores que no se localizan en esas teorías.
Las explicaciones y pretendidas soluciones para detener el proceso inflacionario, son de corte monetarista o bien keynesiano, pero el gran ausente en este proceso, es cómo superar la desigualdad y la pobreza.
La alta complejidad de la economía global tiene factores que antes no se consideraban, como el cambio climático, el acelerado desarrollo tecnológico, cuya máxima expresión es la digitalización de toda actividad humana, profundizando la brecha tecnológica, precarizado aún más a las economías emergentes dados sus rezagos tecnológicos. Para los neoliberales es el conflicto bélico Rusia-Ucrania, la causa de este proceso inflacionario, cuando es consustancial al capitalismo de libre mercado.
Según la FAO el índice mundial de precios de los alimentos está en un nivel, nunca antes visto, pero no se mencionan a los tratados comerciales, que son factor esencial, que han establecido las bases de un comercio inequitativo e injusto, favoreciendo, en los intercambios a las grandes empresas y a las naciones desarrolladas que tienen una gran capacidad financiera, tecnológica y militar, cabe señalar que su hegemonía tecnológica, se basa en su permanente escalamiento de procesos de Investigación, Desarrollo e Innovación.
El colapso económico provocado por la pandemia, disparó la inflación en 5% en la Unión Europea y a 7% en los EU, evidenciando el dislocamiento de la oferta en alimentos, energéticos, como en los microprocesadores y claro la especulación, que se aplica para aprovecharse de las crisis, no importando las consecuencias sociales.
México vio crecer su inflación a nivel general al 7.36% en 2021, pero en alimentos los precios subieron el 11%, en este rubro los aceites vegetales subieron el 37.5%, las hortalizas el 27%, frutas el 25%; no se puede dejar de considerar que importamos el 83% de arroz, el 65% de trigo, y el 47% de maíz.
Para superar los efectos perniciosos de la inflación, es necesario superar las tesis monetaristas de incrementar las tasas de interés, regular la masa monetaria y reducir el gasto público, porque se profundizarían las condiciones de pobreza, sobretodo porque las economías desarrolladas han venido fomentando el crédito fundamentalmente en el sector inmobiliario.
Habrá que analizar la naturaleza del crédito en las economías desarrolladas, como lo explica Adaid Turner de Servicios Financieros del Reino Unido, no todo el crédito es útil, algunas veces sus efectos no se ven reflejados en el crecimiento económico y si tiene consecuencias negativas en la población.
La Asociación de Banqueros de México declaró que se observa una recuperación del crédito al consumo y vivienda, pero las tendencias del crecimiento del PIB es hacia la baja, al pasar del 2.8% en 2022 a 2.2% en 2023. Por lo que el crédito no ha sido un detonador de crecimiento, pero sí de deuda.
Para enfrentar este proceso inflacionario, que tiende a ser de largo plazo, según el Subsecretario Gabriel Yorio, no será con medidas neoliberales como se va a detener, ya que solo incrementa los capitales de los ricos profundizando la desigualdad.
El programa federal de incrementar la producción agrícola no es suficiente por sí sola, ya que además de eliminar las redes de intermediarios, que haciendo uso de la criminal especulación, llegan a incrementar los precios de los productos agrícolas a más del 600%, por ello es urgente regular las cadenas de distribución.
Por otra parte es impostergable transferir las tecnologías necesarias y asistencia técnica suficiente, a los pequeños productores, para que incrementen su productividad, México cuenta con talento y capacidad de investigación que no se está canalizando hacia la estructura productiva nacional. Sin investigación y Desarrollo tecnológico la economía mexicana no logrará su soberanía alimentaria.
Sin Desarrollo Tecnológico No se podrá superar la inflación