Economía e Innovación
Por: Roberto Morales Estrella
En el mes de enero del 2014 se promulgo la reforma financiera, la cual en voz del Ejecutivo Federal tiene cuatro objetivos: impulsar a la banca de desarrollo, fortalecer al sector financiero, dar certeza jurídica e incrementar la competencia.
En la 79ª Convención bancaria recientemente realizada, el Presidente Peña Nieto aseveró que “a los bancos y al gobierno de la Republica, los une el compromiso de trabajar a favor de la estabilidad, el crecimiento y el desarrollo de México”.
Sin embargo, sería conveniente se precisara a que México se refiere, si al de las grandes empresas, o al México de los mas de 50 millones de pobres que requieren de proyectos efectivos, a partir de una estrategia financiera incluyente, sustentada en un proceso social de aprendizaje.
Los 53 mil jóvenes emprendedores que Peña Nieto menciono como participantes del programa “Crédito joven” y el naciente programa “Mujeres Pyme”, al que se ofrece financiamiento hasta por 5 millones de pesos a una tasa de 9 y 10 porciento, claro que es positivo, pero resulta demagógico cuando más de 5 millones de empresas mipyme, carecen de acceso a créditos a esas tasas en la banca comercial.
¿Recuerda usted estimado lector, la crisis bancaria de la década de los años ochentas? La insolvencia de la banca fue pagada por todos los mexicanos a través de dos organismos como el Fondo Bancario de Protección al ahorro (FOBAPROA) considerado en 1990, un fondo de contingencia, para restablecer el equilibrio de la insolvencia financiera de la banca de ese entonces, organismo que en 1998 dio paso al Instituto para la Protección del Ahorro Bancario (IPAB), con el llamado saneamiento financiero y a fin de crear y aumentar la competencia en el mercado financiero nacional, se privatizaron los bancos que se habían nacionalizado, lo cual representó la puerta de entrada al país de la mega banca extranjera, que hoy en día son quienes dominan el sector bancario y financiero.
Los activos del sistema financiero tienen un valor de 14 billones de pesos, de los cuales el 50%, equivalentes a más de 7.7 billones, forman parte de la operación de la banca múltiple, pero solo 7 de los 44 bancos establecidos en el país, controlan el 80%; de esos 7 bancos 5 son filiales de la mega banca internacional, mientras a la banca de desarrollo solo le toca el 9% de los activos del sistema. así ¿como se va a lograr el desarrollo del país?
Los bancos privatizados, adquiridos por instituciones extranjeras, no modificaron la posición oligopólica del mercado financiero, beneficiándose del alto rendimiento derivado de activos sin riesgo, como los bonos públicos, ratificando su carácter rentista respecto al Estado, incluyendo los intereses derivados de los pagarés del IPAB, provenientes del rescate que pagaron todos los mexicanos, ya que la deuda bancaria se hizo social.
Esto no tendría nada de particular, si realmente apoyaran a la estructura productiva nacional, pero en lugar de financiar a las empresas mexicanas, elevaron las comisiones de los servicios bancarios; según un estudio de la CEPAL esta posición de no ampliar el crédito, fue por el temor de las quiebras empresariales.
Los informes de la CNBV marcan una tendencia entre 2000 y 2004 donde los bancos obtuvieron más de 160 mil millones de pesos por comisiones y tarifas cobradas, mientras el monto de las que pagaron no superaron los 30 mil millones.
El propio Banco de México considera que uno de los principales factores que frenan la competitividad, es la falta de acceso al financiamiento por parte de los que mas lo necesitan, mientras que el presidente de la Asociación de Bancos de México Luis Robles Miaja declaró como asignaturas pendientes del sistema bancario la solvencia, la liquides, el uso de medios electrónicos de pagos y la falta de inclusión financiera, porque sin ella no hay desarrollo.
La política de Inclusión financiera necesaria para el desarrollo con equidad, debe estar vinculada y sometida a criterios de evaluación social, en cuanto a resultados de eficiencia económica y sobretodo de competitividad social, que significa menos desigualdad y menos pobreza. ¿será posible? o ¿es utopía?, y usted ¿que piensa?