“En 1916 Vladimir Ilich Lenin (Lenin, 1916, pág. 54) conceptualizó al Imperialismo como la fase monopolista del capitalismo, un proceso de concentración tanto de la producción, como del capital financiero, formando las grandes empresas y desplazando o absorbiendo a las medianas y pequeñas, que no contaban con el capital y ni con la tecnología, para poder competir con los grandes consorcios, que se expandieron por el mundo.
Los procesos de privatización, como la persistencia y enfrentamiento de las clases sociales, poseedores vs desposeídos, es consecuencia directa de la concentración de capitales y de la riqueza acumulada, desde la era del colonialismo, época en la que la hegemonía imperial correspondía al Reino Unido, país colonialista, esclavista y depredador, cuna de la primera revolución industrial.
Después de la segunda guerra mundial, se sentaron las bases de la 3ª revolución tecnológica, abriendo paso a la informática a partir del internet, que derivó del ARPANET.
Los EEUU se empoderaron, superando al Reino Unido, en parte por el sistema financiero internacional, a partir de los acuerdos de Bretton Woods en 1944 (Bretton, Woods, Project, 2019) fundándose el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial, en 1947 en la conferencia de la Habana Cuba, se acordó la creación del Acuerdo General sobre Comercio y Aranceles (GATT) dando, paso en 1995 a la Organización Mundial de Comercio (OMC) (OMC, 2025), todos ellos organismos dominados por los EEUU.
La consolidación del capitalismo industrial-neoliberal liderado por los EEUU, fue a partir de los años 90s, mediante el llamado Consenso Washington son criterios de política económica propuestos por John Williamson (Vilas, 2021) marcando la pauta para la monopolización de la economía, favoreciendo a los grandes corporativos, principalmente a los tecnológicos, que se transformaron en el eje transversal del capitalismo, en su fase imperialista tecnológica.
A partir de la Pandemia del covid en el 2020, surge el concepto de capitalismo digital definido “como una nueva manifestación del capital de plataformas tecnológicas o capitalismo de vigilancia, el cual surge como parte de la dinámica del cambio tecnológico” (Castillo, 2024, pág. 17).
En este capitalismo digital, surge lo que Eric Sadin define como humanidad Aumentada (Sadin, 2017) dada la ampliación de sus capacidades tecnológicas digitales, pero a su vez una humanidad disminuida (Sotelo, 2023) por ser objeto de vigilancia, dado que transmite todas sus actividades que realiza a las redes sociales, incluyendo sus datos personales, la hiper-conectividad favorece la formación de monopolios, pero no solo para el control de los mercados, sino para el control político-cultural de la sociedad global.
El Trump 2.0 no es la continuidad de la primera administración de Trump 2017-2021, es el surgimiento de la nueva doctrina imperialista tecnológica-digital cuyo sentido expansionista se fundamenta en su intervencionismo tecnológico-digital, y tecnológico militar, formando una anticultura de sometimiento de los grupos sociales, manipulándolos vía las redes sociales, dividiendo naciones, imponiendo gobernantes, fieles a los dictados de las grandes empresas tecnológicas, hoy empoderadas desde la cúpula gubernamental, garantizándoles un amplio margen de actuación, a favor de sus propios intereses, en la búsqueda de consolidarse como monopolios.
Trump busca respeto para los EEUU, como máscara, para hacer de las relaciones comerciales, una guerra cuyo propósito es dominar los mercados globales, a través de sus monopolios.
El imperialismo norteamericano se fundamenta en la tecnología, para reconfigurar el mapa geopolítico mundial, donde las grandes empresas tecnológicas tienen el poder tecnológico y gubernamental, para someter tecnológicamente a las naciones rezagadas, tecnológicamente.
Trump 2.0 está redimensionando el concepto Destino Manifiesto de los EEUU, asociado a su expansión territorial (Bravo, 2025) y aeroespacial, incluyendo el megaproyecto Stargate con una inversión inicial de 5 mil mdd, para apropiarse de marte, además revolucionar el panorama tecnológico de la IA; el Destino Manifiesto es la justificación para expandir la influencia de los EEUU a través de su Imperialismo tecnológico.
La administración Trump 2.0, pondrá en alto riesgo la existencia de la humanidad como especie, puesto que desde la segunda guerra mundial, el país más generador de violencia, intervencionista y depredador, son los EEUU.
Solo la solidaridad de todos las demás naciones, fundamentalmente las más rezagadas, luchando por los derechos humanos y los objetivos del desarrollo sustentable, podrán construir una ruta hacia una sociedad más humana.
Trump-2.0 Imperialismo tecnológico inhumano y depredador
Fuente.
Castillo, F. D. (2024). Nuevo paradigma del trabajo global. En D. C. Coordinador, Capitalismo Digital (pág. 432). Ciudad de México, México : Siglo XXI editores.
Lenin, V. I. (1916). El imperialismo Fase Superior del Capitalismo. (F. F. Engels, Ed.) Madrid, España: Fundación Federico Engels.
Bravo, J. (2025). Trum is Back/ El Destino Manifiesto Digital y tecnología como armas del nuevo imperialismo. dpl news. Ciudad de Mexico: dpl news.
Bretton, Woods, Project. (1 de enero de 2019). BRETTON WOODS project. Recuperado el enero de 2025, de bretonwoodspropject.org: https://www.brettonwoodsproject.org/es/2019/01/que-son-las-instituciones-bretton-woods/
OMC. (26 de enero de 2025). Organización Mundial de Comercio. Recuperado el enero de 2025, de wto.org: https://www.wto.org/spanish/thewto_s/gattmem_s.htm
Sadin, E. (2017). La Humanidad Aumentada: La administración digital del mundo. (C. N. Editora, Ed.) Buenos Aires, Argentina : Caja Negra.
Sotelo, V. A. (2023). La Humanidad Disminuida: Capitlismo y plataformas digitales . Ciudad de México, México : gedisa.
Vilas, C. M. (28 de mayo de 2021). Observatorio del Sur Global. Recuperado el enero de 2025, de observatoriodelsurglobal.com: https://observatoriodelsurglobal.com/john-williamson-el-economista-que-bautizo-al-consenso-de-washington/