En memoria de
los caídos del 2 de octubre del 68
La globalización impulsó la expansión del capitalismo como modo de producción y proceso civilizador, basado en la conquista de los mercados por los grandes corporativos trasnacionales, propiciando una mayor concentración de la riqueza y la reconfiguración de las fronteras políticas y económicas de los Estados-Nación, generando estructuras globales de poder, que se gestaron a partir de la Investigación y el desarrollo tecnológico, como de la Propiedad Industrial e Intelectual, para dominar los mercados globales y con ello el mundo.
El mapa tecnológico global es el mapa geoeconómico, renovando la disputa por los recursos naturales; en este paradigma científico-tecnológico la educación superior enfrenta los desafíos de la híper-digitalización, acelerada por la pandemia del COVID y por la imperiosa necesidad de generar geo-tecnologías para enfrentar los efectos del cambio climático, así como la generación de alimentos, frente a la disolución del mundo agrario que la globalización provocó. ¿a qué obedece la creciente importación de granos por parte de México?
Vivimos una sociedad del conocimiento con una estructura resultante de los efectos y consecuencias propiciados por esos procesos globales (Elia Mella 2003). En este contexto cobra importancia las relaciones sociales entre la educación superior y las nuevas estructuras tecnológicas (M.P. Angulo 2005, pp 78) las cuales deben formar parte de la práctica universitaria, a fin de dar respuesta a la demanda de las nuevas generaciones, como de los sectores productivos, de nuevas capacidades, competencias y valores.
Para que las universidades, sobre todo las públicas en el caso de México, se inserten al paradigma tecnológico, de una manera sistemática e incremental es menester aprovechar las habilidades que los estudiantes ya traen, como es el uso de los dispositivos móviles (smartphone, tablets e Ipad), los cuales en buena medida han venido reemplazando al libro de texto, al tener acceso a diversas fuentes de información, la pandemia vino a ser un catalizador del uso de ésta tecnología con las sesiones a distancia.
El aprendizaje de alumnos como de docentes fue obligado por la circunstancias, pero no es suficiente, dado que los contenidos de los programas son los mismos, no se han adaptado al contexto de la aceleración del paradigma tecnológico, urge su actualización. Se vive la era híbrida en las actividades productivas pero no en la educación de una manera sistemática y flexible.
El uso de plataformas, si bien se ha venido incrementado, no así el sentido del pensamiento crítico-analítico de los conceptos y teorías, cuyas perspectivas no se han actualizado, se puede argumentar que el tiempo es corto para lograr los rediseños de los contenidos de los programas y de la oferta educativa, lo que plantea la necesidad de revisar los modelos educativos universitarios, como sus estructuras jurídicas y operativas, de forma tal que la práctica universitaria sea más flexible a los nuevos hitos históricos de la sociedad, a los cuales deben corresponder los sistemas y modelos educativos (E. Durkheim 1979). Los modelos educativos deberán responder al desafío de los cambios tecnológicos.
El teletrabajo ya es una realidad que tiende a incrementarse, al respecto cabe la pregunta ¿los contenidos de los programas educativos y de las ofertas de las Instituciones de Educación Superior (IES) tienen contempladas esas competencias? ¿Cuántas herramientas tecnológicas se requiere que las nuevas generaciones manejan, cuándo están surgiendo nuevas constantemente?
En cuanto a la información, ya la sociedad maneja terabytes (10 a la 12) no tarda que se empiece a trabajar con los petabytes (10 a la 15), las IES no cuentan con un internet adecuado, ni a los alumnos se les desarrolla su capacidad análitica para disernir entre una información sesgada o falsa, para que identifiquen la información objetiva, confiable y oportuna; ésta era tecnológica también es la era de la virtualidad que eclipsa a la realidad, he ahí la importancia de intensificar la formación de pensamiento crítico.
La inserción de las IES al manejo del Big-data-Nube, tanto en su gestión operativa como en su oferta educativa, ya es una necesidad, pero el avance no se ve, lo que representa ya una brecha tecnológica. Querámoslo o no, la transición tecnológica en las IES es impostergable, pero también es cierto ¿quién la va a financiar?
Urgente la Transición Tecnológica De la Educación Superior