Pues bien, ya se llevo a cabo el proceso de votación, pero tanto a ganadores como a perdedores ¿que les corresponde hacer? Compromiso de todos es eliminar la corrupción, depredación social, susceptible de convertir los problemas y desafíos, en el pasto para el fuego de la anarquía.
Se realizaron elecciones en catorce entidades federativas con 32% de la población, excepto Baja California y Ciudad de México (antes DF) las demás eligieron gobernador, representando una cuarta parte del PIB nacional.
A pesar de que solo 4 entidades: Baja California, Puebla, Oaxaca y Ciudad de México, están por debajo de la media nacional en la tasa de crecimiento del PIB que es de 2.6%, la problemática está en una dinámica de agravamiento, por los rezagos social, tecnológico, de competitividad, como de la deuda estatal; temas que no se les vio una respuesta viable, en las propuestas de los candidatos, independientemente del partido al que pertenecen.
Por ejemplo las 14 entidades registraron 1,530 solicitudes de protección intelectual en 4 rubros: modelos de utilidad, patentes, diseños industriales, y trazados de circuitos integrados; claro que hay que mencionar que está la Ciudad de México, que registro 860 solicitudes equivalentes al 56% de esa suma, lo que quiere decir que el promedio de las 13 entidades federativas restantes es de 59 solicitudes.
Hay que precisar, que si bien es cierto que éstas 1,530 solicitudes representan el 41% de las realizadas por mexicanos, que fueron 3 mil 680, este monto tiene poca importancia en el total nacional, que fue de 22 mil 741, lo que significa que el 84% de las solicitudes fueron realizadas por extranjeros, esto explica el rezago tecnológico en estas entidades.
En materia de competitividad, según el Instituto de Competitividad, de las entidades que registraron elecciones, solo 4 tienen una mejor posición en el ranking nacional, las cuales son: Aguascalientes (por la tecnología que trajeron, pero que explotan en su propio beneficio las empresas globales automotrices), Ciudad de México, Baja California y Quintana Roo.
En tanto que las 10 entidades restantes, están en los últimos tres rangos, con una posición promedio de 23; si comparamos este Índice de Competitividad General con el Índice Estatal de Innovación, que calculó a-regional, nos percatamos que hay entidades que coinciden en su ubicación, por ejemplo Tlaxcala en el Índice de Competitividad General se ubica en el lugar 29 y es la misma posición que ocupa en el Índice Estatal de Innovación, Veracruz las posiciones que ocupa son 26 y 24, Zacatecas 22 y 26, Oaxaca 31 y 31, Hidalgo 24 y 27.
Lo que viene a complicar más, este panorama de rezago tecnológico y de competitividad, es la deuda estatal y su tendencia creciente, ya que en 2015 el monto era superior a más de 454 mil millones de pesos, para marzo de este 2016 la cifra llegó a los 531 mil 822 millones de pesos; con datos de 2015 la deuda de las 14 entidades con elecciones, llegó a los 226 mil 600 millones de pesos equivalente al 49.8% de la deuda del 2015.
Para las 12 entidades que tendrán cambio de gobernador la cifra llego a más de 173 mil millones de pesos; como dice David Colmenares, “la reestructuración es una estrategia, alarga los plazos, pero incrementa los costos. Las deudas tarde o temprano se deberán pagar”.
La pregunta es ¿de donde va salir para pagarlas? La respuesta lógica es, de una economía competitiva y sustentable, no hay de otra; pero para lograr una economía con esas características, se debe fortalecer tecnológicamente a la estructura productiva, donde la innovación es el factor de cambio, para ello se requieren de políticas que impulsen a las economías municipales, aplicando modelos de gestión innovación-empresarial en cuatro dimensiones: organización, proceso, producto y mercado, donde la generación y protección de nuevos conocimientos y desarrollos científicos y tecnológicos, sean parte de los modelos de negocio de nuestras pymes.
La participación de las grandes empresas globales como de la Inversión Extranjera Directa, deberán generar derramas tecnológicas y transferencias de conocimientos, en caso contrario su participación depredará a las economías estatales y al país. ¿No lo cree usted?
Economía e Innovación
Por: Roberto Morales Estrella