El pasado 1º de junio salió a la luz la Ley Federal de Zonas Económicas Especiales (ZEE), en 50 artículos se convierte en un instrumento legal, (pero no legítimo) del más puro centralismo, ¿por qué?
Porque esta pasando sobre los llamados “Derechos Regionales” los cuales, según Ángel Bassols, son los que garantizan que sean los propios habitantes de cada región, actores y beneficiarios de su desarrollo económico; lo que implica que el gobierno federal debe apoyar respetando la soberanía de cada localidad.
Bassols Battalla mencionó que cualquier tipo de planificación regional solo puede tener éxito si las fuerzas económicas, políticas y sociales de las propias regiones, toman parte activa en los procesos de cambio, y eso no se ve en la nueva Ley de ZEE, es decir que tiene que ser un desarrollo endógeno, donde los actores principales sean los habitantes de cada una de las regiones.
En el artículo 36 de la mencionada Ley se específica que es la Secretaría de Hacienda la que tiene atribuciones de la implementación de las políticas para el establecimiento y desarrollo de las ZEE, además de coordinar, promover y realizar estudios, consultas, análisis y proyectos para el establecimiento de las zonas, así como determinar las propuestas para el establecimiento, ampliación o su modificación, sin faltar la aprobación, a través del administrador integral que esa Secretaría designe, el plan maestro de la zona incluyendo sus modificaciones y verificar su cumplimiento.
¿Donde quedan los gobiernos estatales y los municipios?, bueno participarán, de acuerdo a la fracción V del mismo artículo, en la elaboración del programa de desarrollo y sus modificaciones, para someterlos a la Comisión Intersecretarial.
Esta Comisión se integra con 12 secretarías, el IMSS y el CONACYT, además de coordinar las actividades de planeación de las dependencias de las entidades paraestatales, tiene la de aprobar el programa de Desarrollo de cada zona como de su dictamen, a solicitud de la Secretaría de Hacienda.
Aunque, no se menciona quien será el presidente de esta Comisión, lo cual seguramente se especificará en el reglamento de la Ley ZEE, se percibe en las atribuciones que se le especifican a la Secretaría de Hacienda en el artículo 36, que la presidencia de esa comisión recaerá en esa dependencia.
Todo apunta a que sea el gobierno federal el principal actor de las zonas relegando a un segundo término a los actores de las regiones, facultando también a los inversionistas (artículo 34) entre otras cosas a contratar al personal, nacional o extranjero que requieran. Lo cual quiere decir que el fenómeno de Guanajuato se repetirá en las ZEE, es decir que invadirán de extranjeros a las zonas. ¿cual apoyo a los habitantes de cada una de las regiones que se consideren como ZEE?
Para Moncayo la geografía económica de las localidades o regiones, se han venido convirtiendo en referentes fundamentales de los procesos de desarrollo, donde los espacios tecnológicos virtuales les han dado una nueva dimensión, ampliando la participación de los habitantes de cada uno de ellos.
Por lo que, las regiones no son más campos de maniobras de los gobiernos centralistas, como se percibe en la Ley de ZEE; sino que hoy las regiones son actores de su propio destino a partir de la competitividad sistémica y del desarrollo endógeno, fundamento también de las ciudades de conocimiento e inteligentes, donde se aplica la interactividad en redes sinérgicas sustentables.
La primera ZEE se creó en 1959 en la ciudad de Shanon en Irlanda, actualmente se puede hablar de más de 4000 ZEE en el mundo, en la mayoría de ellas, como en la de ShenZhen en China, tienen como fundamento la producción del conocimiento y la investigación aplicada, exigiendo además de la Inversión extranjera, la transferencia tanto de tecnología de punta, no de desecho, como de programas de transferencia del conocimiento, destinando estas transferencias a las empresas de la localidad y a los habitantes de la propia ZEE, éstas son las características principales para lograr un desarrollo endógeno con impactos sociales sustentables; pero estos elementos no se ven en la Ley de ZEE de la administración del Presidente Peña Nieto.
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