Los avances en inteligencia artificial y aprendizaje automático han dado paso a una nueva era de automatización, transformando nuestra manera de trabajar y, consecuentemente, la forma en la que vivimos.
La automatización —especialmente la automatización robótica de procesos (RPA, por sus siglas en inglés)—ahora es capaz de igualar o incluso superar el desempeño humano en una amplia gama de procesos empresariales. La RPA se está expandiendo rápidamente como una categoría de tecnología en múltiples industrias, como la banca, la asistencia sanitaria, los seguros o la industria manufacturera, y cada vez son más visibles los beneficios que ofrece, como mayor precisión, eficiencia y productividad. Sin embargo, su mayor ventaja no es solo para las organizaciones, sino también para los humanos, quienes pueden beneficiarse ampliamente con esta tecnología.
El nuevo estudio de Goldsmiths, de la Universidad de Londres, comisionado por mi empresa, reveló que 72% de 4,000 trabajadores encuestados en América del Norte, el Reino Unido, Japón y la India creen que la inteligencia artificial y la automatización les ayudarán a hacer mejor su trabajo. Los encuestados afirman que cuando las organizaciones transfieren tareas tediosas y repetitivas a los robots de RPA, ellos quedan libres para enfocarse en desafíos más gratificantes, creativos y productivos en los que pueden desarrollar sus habilidades. Como era de esperarse, estos empleados prevén un mayor compromiso y un equilibrio más saludable entre la vida laboral y la personal, lo que a su vez contribuye a una mayor productividad.
Sin embargo, muchas empresas están integrando tecnología de RPA e IA en casos aislados o de pequeña escala y pruebas de concepto (PoC) a medida que continúan haciendo evolucionar sus estrategias de automatización. El informe de la Universidad de Londres descubrió que, en todo el mundo, solo 38% de los trabajadores utilizan tecnologías de automatización en sus funciones diarias, y solo 3% de los directores ejecutivos han implementado IA en una escala “fundamentalmente operativa” en todos los niveles de su empresa.
Se espera un aumento dramático en la adopción de estas tecnologías en los próximos años. De hecho, un estudio de Deloitte estimó que 72% de las empresas utilizarán RPA para 2020, lo que a su vez conducirá a una adopción casi universal en los cinco años subsecuentes.
Nos hemos dado cuenta de que la implementación de la inteligencia artificial y la automatización requieren cambios organizacionales. Para que las empresas alcancen todo el potencial de la IA y la RPA, deben tomar en cuenta los siguientes cinco desafíos. Estos incluyen:
- Un mayor enfoque en la cultura y la tecnología: el desafío de escalar la automatización y la inteligencia artificial en una organización a menudo no radica en la tecnología en sí, sino en garantizar que la empresa tenga la cultura adecuada para adoptar los cambios en su entorno de trabajo. En contraste con la opinión popular, encontramos que 57% de los encuestados creen que su productividad aumentaría si tuvieran la oportunidad de experimentar con IA y RPA en su trabajo diario. Sin embargo, los proyectos de automatización frecuentemente comienzan como iniciativas limitadas a un caso particular y deben partir de ahí para ser escaladas.
- Mejorar o reenfocar las habilidades de los empleados: las estimaciones más aceptadas prevén que la automatización posiblemente reemplazará 30% o más de las tareas, pero solo 5% de los trabajos en su totalidad. Esto significa que las empresas deben mejorar las habilidades y destrezas de sus empleados con énfasis en el desarrollo de habilidades sociales, empatía y creatividad, al mismo tiempo que los capacitan para trabajar junto con los robots de RPA. Las empresas deben asumir el compromiso de nutrir a las personas, no solo concentrarse en los puestos de trabajo. Los empleados se dan cuenta de que los empleos siempre han evolucionado y siempre lo harán.
- Invertir en la diversidad: la diversidad es fundamental tanto desde una perspectiva humana como desde una empresarial, pero a nivel mundial, solo 22 % de los profesionales en IA son mujeres, de acuerdo con LinkedIn (a través del Foro Económico Mundial). La falta de diversidad en el sector de la tecnología cognitiva, en particular, tiene repercusiones económicas y sociales negativas para quienes se quedan atrás debido a los rápidos avances tecnológicos.
Desde una perspectiva empresarial, una organización homogénea fomenta sesgos y, en última instancia, limita la innovación y la resolución de problemas. Al crear una nueva estructura organizativa, tales restricciones pueden conducir a procesos y servicios que no satisfacen las necesidades de usuarios finales y clientes.
- Mantener la autenticidad: el entusiasmo generalizado que rodea a la inteligencia artificial y la automatización puede dar lugar a ambivalencias internas sobre la introducción de estas nuevas tecnologías, lo que podría reducir la productividad y limitar las ganancias en términos de eficiencia. Implementar mejoras no se trata solamente de incorporar nuevas tecnologías, sino también debe prever el cambio de la cultura organizacional que se necesita para aprovechar los beneficios. Esto requiere de la participación y el compromiso de la fuerza laboral, lo cual se puede incentivar de manera activa si las empresas se comprometen con la transparencia sobre hacia dónde se dirige la empresa y qué papel desempeñará la automatización.
La mayoría de los empleados sienten que, si bien la IA es un tema del que se habla con frecuencia, la mayoría de las personas en realidad saben muy poco al respecto. Según la misma investigación de la Universidad de Londres, 53% de los trabajadores se muestran escépticos cuando una organización afirma que su producto o servicio tiene capacidades de inteligencia artificial. Es importante no prometer de más ni incumplir lo que se prometió. En su lugar, se debe ser claro y honesto para construir confianza entre empleados y clientes.
- Fomentar la resiliencia: por lo pronto, no tenemos manera de saber cuáles serán las habilidades que se valorarán en el futuro. Es por ello por lo que el desafío en la actualidad es promover un pensamiento adaptable y dinámico que les permita a las organizaciones responder rápidamente frente a los cambios que son el resultado de la implementación de mejoras y de la automatización. Eso significa que cada trabajador debe adoptar una mentalidad de crecimiento que enfatice el pensamiento flexible necesario para prosperar en un entorno en constante transformación.
El auge de la automatización apenas está comenzando. Con la RPA, los empleados tienen la libertad de hacer lo que los humanos hacen mejor: pensar creativamente para resolver los problemas más importantes de nuestros días y avanzar hacia el futuro.
Fuente:
Alto Nivel. (2019, 27 agosto). 5 desafíos para integrar la inteligencia artificial y la automatización. Recuperado 28 agosto, 2019, de https://www.altonivel.com.mx/opinion/5-desafios-para-integrar-la-inteligencia-artificial-y-la-automatizacion/