Los sistemas DRM y demás protecciones anticopia son el pan de cada día en industrias como la música o el cine, pero nunca hasta ahora se habían extendido al papel. IBM acaba de patentar precisamente eso: una impresora que se niega a copiar o imprimir fotos o textos protegidos por copyright y cuya reproducción no autorizada está prohibida.
La patente define un dispositivo conectado que, cuando se le ordena imprimir un documento o fotopiarlo, lo escanea y lo compara con una base de datos online. Si la obra tiene algún tipo de copyright, examina si el propietario tiene licencia para reproducirla. Si no es ese el caso, sencillamente se niega a imprimir ese documento en concreto.
Según lo que describe la patente, el sistema es capaz de reconocer entre permisos de reproducción total o parcial. La base de datos a la que consulta incorporará todo tipo de registros oficiales de propiedad intelectual como los números ISBN, o los de registro de la oficina de patentes de Estados Unidos. IBM también prevé un sistema que facilite al usuario obtener una licencia de reproducción pagándola desde la propia impresora.
Huelga decir que es altamente improbable que ningún usuario doméstico vaya a querer esta impresora jamás, pero el dispositivo podría tener su valor en centros especializados en los que está prohibido realizar copias de documentos sin autorización. De momento IBM no ha anunciado ningún dispositivo que vaya a integrar la tecnología integrada en la patente.