La firma Apis Cor, en colaboración con la compañía PIK, ha mostrado recientemente cómo con impresoras portátiles 3D que han desarrollado, se puede construir una estructura básica de unos 38 metros cuadrados.
La casa prototipo fue construida en Rusia; empezó en diciembre de 2016 y apenas se ha terminado. Tiene una forma circular, la cual fue elegida para enfatizar la versatilidad de la tecnología y aunque el interior es modesto, es claro que puede usarse como una pequeña casa para una o dos personas.
El proceso de impresión tomó 24 horas y es muy similar a otros proyectos de esta naturaleza en arquitectura. La idea es simplemente poner una impresora 3D, la cual parece una máquina industrial, la cual usa cemento para generar las partes que requiere, en este caso las paredes, e imprimir finalmente las mismas capa a capa de cemento, de la manera en que lo hacen las impresoras como la MakerBot para piezas muy pequeñas en comparación.
Desde luego que la máquina no hace todo el trabajo de construir una casa automáticamente. El techo, el aislamiento, las ventanas y otros componentes se añaden más tarde por trabajadores. Sin embargo, el costo total es de unos 10,134 dólares, sin incluir el mobiliario o los electrodomésticos indispensables.
Ya se ha reportado la impresión 3D de una oficina completa, un castillo o incluso la noticia de que una firma china es capaz de imprimir 10 casas por día. Pero todos estos proyectos requieren de impresoras 3D muy grandes, así como unidades múltiples que trabajen en conjunto. Prácticamente toda la impresión se hace en una fábrica y las piezas impresas deben mandarse donde se va a hacer la construcción.
Apis Cor ha tomado otro enfoque, creando una impresora portátil, la que mide unos 3.1 metros y tiene un máximo de 5 metros de largo. La impresora pesa 2 toneladas y puede ser transportada en la parte trasera de un camión como si fuese una máquina pesada. La firma ofrece impresoras 3D para venta o renta, aunque no han mencionado los precios por estos servicios.
La idea puede ser muy buena porque las aplicaciones parecen ser numerosas. Por ejemplo, se podrían imprimir casas para hacerlas refugios en situaciones de crisis (por ejemplo, para refugios por calamidades ambientales o del clima), o bien, para que la gente con pocos recursos pueda hacerse de una pequeña casa para no tener que vivir a la intemperie, etcétera. Potencialmente parece una buena idea. Vamos a ver cómo se van desarrollando las cosas en el futuro.
Fuente: unocero