La era digital tiene una característica clave: nunca deja de evolucionar. Conforme avanza la tecnología se abren más opciones para los negocios y para los usuarios. Esto tiene un impacto en el comportamiento de las personas y estar al día para adaptarse a las nuevas necesidades y requerimientos del público es lo que diferencia a un negocio exitoso de otro que se queda atrás. Actualmente la gran tendencia es esa que tenemos en la palma de la mano: el móvil.
Éste ha sido el motor de adopción de internet en Hispanoamérica, seis de cada 10 latinoamericanos son usuarios de la red y cerca de 90 por ciento lo hace a través de un dispositivo móvil. Este crecimiento no parece desacelerarse, al contrario, se espera que, para 2020, 74 por ciento del tiempo de consumo diario de internet se realice a través de un teléfono inteligente. Y esto ya se puede ver, ya que seis de cada 10 búsquedas se hacen desde un teléfono. No solo son los consumidores los que han cambiado, esta transformación digital ha creado nuevos modelos de negocio que antes no existían, en particular la aparición de las apps. El año pasado hubo 194 mil millones de descargas de apps en el mundo y un gasto mundial de los consumidores de 101 mil mdd en las app stores.
El negocio de las aplicaciones está creciendo rápidamente, solo hay que saber cómo entrar en él. Para pasar de la idea al negocio, el mayor problema es que los desarrolladores suelen enfocarse únicamente en el producto y no en el negocio. Y aunque tener un enfoque en el producto no está mal, ya que es justo la calidad del mismo lo que definirá que sea o no atractivo para los usuarios, no es lo único que se requiere para hacer una app exitosa.
Durante todo el proceso de creación debe de mantenerse la idea de cómo convertir ese desarrollo en un modelo rentable. La segunda razón por la que las startups suelen fracasar es porque se les acaba la liquidez. Es por ello que pensar en la estrategia de monetización debe comenzar al mismo tiempo que se desarrolla la idea y debe continuar durante toda la cadena de desarrollo y adquisición de usuarios. Hay cuatro maneras de monetizar una app: el método de suscripciones, compras dentro de la misma, venderla en la tienda y a base de anuncios. ¿Cuál es la mejor? Todas y ninguna. Para crecer en el mundo de las apps la mejor estrategia es diversificar las fuentes de ingresos.
Esto se debe a que la mayoría de los usuarios no son compradores, por ejemplo, en el caso de los juegos, la categoría con mayor crecimiento, solo 4 por ciento de los usuarios son compradores dentro de una app, por lo que el reto es cómo monetizar a ese 96 por ciento restante. Cuando pensamos en nuevos negocios que han nacido a raíz de la tecnología es muy importante cambiar la mentalidad de un modelo tradicional y verlo a través de sus propios retos y oportunidades, como el hecho de que a diferencia de un negocio físico los usuarios de las apps pueden estar en cualquier parte del mundo. La mayoría son globales y obtienen gran parte de sus ingresos de países distintos a su país de origen. Las apps permiten llegar a la mano de millones de personas, pero no hay que olvidarse de convertir ese alcance en un emprendimiento exitoso.
Fuente:
Milenio. (2019, 13 octubre). ¿Cómo hacer de una app un negocio? Recuperado 14 octubre, 2019, de https://www.milenio.com/opinion/joan-baca/columna-joan-baca/como-hacer-de-una-app-un-negocio