Tristeza y preocupación es el sentimiento que se genera en los mexicanos al ver como las acciones de gobierno están provocando retroceso y mas rezago, con ello el bienestar y la desigualdad social y un presidente sin liderazgo que propicia un trato indigno en el marco internacional.
¡México es un gran país, con un futuro promisorio, es un pueblo de jóvenes, nuestra gran reserva de cerebros, también contamos con grandes recursos naturales, que nos ubica entre las 14 naciones con más del 70% de la biodiversidad del planeta!
Pero, carecemos de un liderazgo para hacer de este país una potencia con un desarrollo donde los principales actores sean nuestros jóvenes, ¿acaso no son nuestro bono demográfico?
Y con nuestras pymes que son básicamente de mexicanos, pero padecemos una debilidad institucional por la corrupción y la falta de políticas económicas efectivas, que impulsen el desarrollo tecnológico con sentido social.
A pero no, nuestras autoridades, se auto aplauden por que tenemos una inflación baja y unas finanzas públicas sanas, lo suficiente para que la primera dama del país, se compre vestidos de 70 mil pesos, y mantener una vida activa en los círculos del glamur internacional.
Iniciamos el 2016 con un presupuesto con 135 mil millones de pesos, menos que el aprobado, y dos recortes que suman más de 64 mil millones de pesos, todavía Agustín Carstens anuncia “la tasa de interés interbancaria se incrementa en 50 puntos base para llegar a 4.25%, para evitar que la depreciación de la moneda nacional se traduzca en un desanclaje de las expectativas de la inflación en nuestro país, y para perseverar el sano mantenimiento de los fundamentos macroeconómicos” declaró. Para nada mencionó la pobreza y la desigualdad.
El efecto inmediato de esta medida es la reducción de la inversión, imprescindible para crear las condiciones necesarias de productividad, los indicadores de compras de maquinaria y equipo, como de investigación y desarrollo tecnológico, se están cayendo y como no, si la devaluación de la moneda y el incremento de las tasas de interés, encarecen las importaciones de ese rubro y los elementos básicos para la investigación.
Dado nuestro rezago tecnológico, en vías de profundización, las respuestas empiezan a surgir, por ejemplo, los precios de los medicamentos de patente se incrementan entre un 20% y un 30%, informó el Presidente de la Unión Nacional de Empresarios de Farmácias (UneFarm); en un entorno donde el sistema sanitario nacional solo cubre el 30% de los medicamentos que necesitan sus usuarios, por lo que el 70% lo cubren con recursos propios lo que va en detrimento de la economía familiar. Dado que las medicinas de patente pertenecen a las empresas trasnacionales, no se duda que tengan un efecto de arrastre, que haga extensivo los aumentos a otros medicamentos como los genéricos.
El rezago que registra México en procesos de investigación para el desarrollo de nuevos medicamentos, tiene el nivel de determinante para la industria nacional, por la dependencia de los consorcios internacionales, que mediante el sistema de patentes, reciben la mayor parte de los recursos generados por la venta de los medicamentos. Claro es la gran empresa que domina el conocimiento protegido, la que domina los mercados.
De acuerdo a las cifras proporcionadas por el Instituto Mexicano de Propiedad Industrial (IMPI) en el 2015 se registraron 18 mil 071 solicitudes de patentes, de las cuales el 92% correspondió a los extranjeros, es decir 16 mil 707, los mexicanos solo tramitaron mil 364; bueno, dados los recortes a salud y a CONACYT, ¿que debemos esperar?, claro ¡mas rezago en investigación!
A esto súmele usted que, al menos en el Estado de Hidalgo, los taxistas ya están subiendo las tarifas de sus servicios por efecto del incremento del precio de la gasolina, anunciado el pasado miércoles, que a partir del 1º de Julio la magna cuesta 13.40 y la Premium 14.03 pesos por litro, el diésel seguirá costando 13.77 pesos por litro. Si con los precios anteriores los gasolineros decían que no tenían ganancias.
¿Acaso estos precios son para favorecer a las grandes empresas independientes de PEMEX?. y usted ¿qué piensa?
Economía e Innovación
Roberto Morales Estrella