Todavía no se publican las cifras oficiales sobre el crecimiento del PIB del 2019, pero la incertidumbre ya se transformó en realidad, se confirmará la tendencia de un crecimiento cero.
¿Con que vamos a hacer crecer la economía en el 2020? En todo cambio de gobierno siempre surgen inquietudes, se confirman o surgen tendencias, a pesar de la alternancia PRI-PAN el modelo económico fue el mismo, la marcha de la economía se fundamentó en el mercantilismo y la privatización a ultranza, hasta los sectores estratégicos, eliminando cualquier sentido social de la economía, trasladando su rectoría a las grandes empresas trasnacionales, un modelo económico neoliberal-piramidal que profundizo la desigualdad.
El contraste fue tal que el 52% de los mexicanos carecen, de los servicios fundamentales como el agua, salud y seguridad alimentaria, entre otros, según los 47 indicadores del Consejo Nacional de Evaluación de la Política Social CONEVAL.
El gasto social o fue desviado o eliminado, resultando el deterioro de las Instituciones responsables de la atención social, con el salario más bajo de Latinoamérica, perdiendo además el 81% de su poder adquisitivo en los últimos 30 años, es decir en el periodo neoliberal.
La explicación de la situación económica de crecimiento cero, en buena medida, está en la eliminación de la política social, como en la baja productividad total de los factores de la producción, que creció a una tasa del 4.1% entre 1970 y 1980, según el Diario Oficial de la Federación del 30 de agosto del 2013; pero a partir de ese año fue decreciendo hasta caer a menos 0.30% en este 2019.
¿Porque crece o decrece la productividad? La explicación se encuentra en el desarrollo tecnológico, que agrega eficiencia, al disminuir o eliminar los desperdicios; los rezagos en materia de desarrollo tecnológico se identifican en buena parte en la capacidad de realizar investigaciones aplicadas, sin abandonar la investigación básica o de frontera, así como en la transferencia tecnológica y de conocimientos.
En cuanto al desarrollo tecnológico, el registro de patentes en el Instituto Mexicano de Propiedad Industrial (IMPI) ha sido en promedio 95% por extranjeros, la transferencia tecnológica y de conocimientos, es prácticamente nula, los avances que se registran en vinculación Empresa-Academia, se quedan a nivel de prácticas profesionales, servicio social, y si acaso algunas estancias, los programas de repatriación de graduados en el extranjero a la industria, junto a todo lo demás, es insuficiente para incrementar la productividad
La inversión Bruta Fija pública, muestra tasas de crecimiento negativas de menos 11.1% en maquinaria y equipo; en tanto que la inversión privada cayó a menos 5.5%, esto evidencia la falta de productividad en las actividades productivas, por el bajo perfil tecnológico, la inversión del 1% del PIB en Investigación y Desarrollo (I+D), esta cada vez más lejano.
En la medida que el PIB disminuye, después de haber llegado a 9.23% en 1980, cayó a 1.99 % en 2018, y a 0.0 en este 2019; el PIB por habitante también disminuyó al pasar del 3.5% en 2010 a menos 1.2% en 2019.
Las variables I+D, como las de transferencia tecnológica y de conocimientos, sumadas a la raquítica política social y salarial, fueron transformándose en negativas; en proporción inversa fueron creciendo las variables negras de la economía, como la criminalidad organizada, la delincuencia, la violencia, sobre todo a las mujeres, con el ingrediente incremental de la corrupción, como práctica social, todo esto generó y fortaleció a la mafiocracia, siendo la convergencia de la criminalidad con funcionarios públicos, al grado que muchas de las decisiones de gobierno son tomadas por parte de los criminales.
La 4T tiene como estrategia central la eliminación de la corrupción, aunque ya tiene un negrito en el arroz con el caso de Manuel Bartlett, la criminalidad ha posicionado a México como una de las naciones más violentas, en esto los avances registrados dejan todavía mucho que desear.
En materia económica se está recuperando el sentido social en los procesos económicos, pero la investigación, el desarrollo y la transferencia tecnológica y de conocimientos, brillan por su ausencia, ¿hasta cuando entenderemos que sin estas variables no habrá desarrollo?