En la historia de las múltiples intervenciones militares, la invasión de Rusia a Ucrania, tiene características muy diferentes a consecuencia del paradigma tecnológico, es un hecho histórico la relación entre desarrollo tecnológico y los conflictos bélicos, las tecnologías han condicionado el desarrollo de la táctica, la logística y el armamento.
Las operaciones militares con base a nuevas tecnologías están asociadas a los cambios estratégicos que incluyen los propósitos de control de territorios y de sus recursos naturales, como la apropiación del conocimiento vía propiedad intelectual, resultado de la Investigación, Desarrollo e Innovación (I+D+i) para lograr el dominio de los mercados globales, principalmente de alimentos, salud, y armas.
Desde finales del siglo XX el desarrollo tecnológico se ha caracterizado por las aplicaciones informáticas, telecomunicaciones, internet, la electro-óptica, la inteligencia artificial, el 5G, los sensores, la robótica y la tecnología espacial, integradas en un nuevo sistema conceptual en el que el tratamiento de la información, la movilidad, las armas inteligentes, como las armas autónomas, los sistemas espaciales y el poder aéreo, hoy tienen un lugar destacado en la capacidad defensiva y ofensiva, claro también en este terreno hay una gran desigualdad.
El debate se ha centrado en la gobernanza de las tecnologías emergentes, en los sistemas de uso de armas convencionales y/o la prohibición del uso de armas autónomas, en el marco de la convención de 1981 firmado en Ginebra Suiza.
En el conflicto Rusia-Ucrania los costos en vidas humanas va de los 4 mil a más de 9 mil personas, no hay una cifra precisa, cada medio da una información diferente, los costos económicos son de efecto multiplicador, por ejemplo la interrupción del movimiento global de los energéticos, como la tendencia alcista de los alimentos.
Rusia y Ucrania son grandes exportadores de alimentos, de manera conjunta representan el 29% de las exportaciones mundiales de trigo, 19% de maíz, y 80% de aceite de girasol.
Los beneficiados de este conflicto son 15 trasnacionales productoras de armamentos, según el Instituto Internacional de Estudios para la Paz de Estocolmo, 9 son norteamericanas, 4 europeas y dos Chinas, su valor en bolsa pasó de 804 mil mdd a más de 885 mil mdd, ya iniciado el conflicto, o sea que el mercado de la muerte está en manos estadounidenses, por algo son los hacedores de guerras, porque cuando no invaden venden armas, ahí están las invasiones a Corea, Vietnam, Santo Domingo, Irak, Siria, Yemen, Somalia, Libia, Níger y Afganistán, además de las bases militares en diversos países y el bloqueo a Cuba.
Hay que decirlo Rusia se destaca por su poderío bélico, cuenta con 1,625 armas nucleares, robots, 6 mil morteros, misiles hipersónicos, además de otras aeronaves cuenta con el avión supersónico CheckMate, alcanza una velocidad de 2 mil km/hra con una capacidad de carga explosiva de 7 mil 400 kg, superando al F-35 de los EU.
Pero hoy el ciberespacio es ya un campo de batalla de este conflicto, el cual no tiene precedentes, el grupo de Hackers Anonymous ya declaró una guerra cibernética a Rusia, pero el convertir el ciberespacio en un campo de batalla puede traer complicaciones no previsibles, dado que incluye la desinformación, el espionaje y los ataques a la infraestructura informática global, afectando redes eléctricas, plantas de tratamiento de agua, comunicaciones y claro el sector financiero.
Según John Arquilla y David Ronfeld analistas internacionales, la revolución de la información altera la naturaleza de cualquier conflicto armado, al que se puede denominar Cyberwar o netwar, superando las fronteras físicas para expandirse a lo virtual, como un conflicto no solo militar, sino social y comercial. La desinformación es el elemento de mayor impacto, por la frecuencia y persistencia, lo que puede traer distorsiones de la percepción de la realidad con consecuencias de alto impacto.
Pensemos que una gran parte de la economía, como de la actividad de toda sociedad, opera a partir de las computadoras, vehículos, fábricas, comercios, espacios de diversión, escuelas, etc, la fortaleza que nos ha dado el ciberespacio, en su momento es nuestra mayor vulnerabilidad. La 3ª Guerra tal vez no sea nuclear pero sí una Cyberwar.
El Conflicto Rusia-Ucrania Está Escalando hacia una Cyberwar