México forma parte de las 17 naciones que cuentan con el 70% de la biodiversidad del planeta, pero sin los conocimientos científico-tecnológicos suficientes, no se puede lograr un aprovechamiento sostenible de ella.
En esta lógica de riqueza en recursos naturales, se ubica a la riqueza que representa el binomio ciencia-tecnología para impulsar el desarrollo económico e incrementar el bienestar social, de tal forma que se supere la desigualdad y la pobreza en todas sus manifestaciones.
La construcción y acumulación de la riqueza en conocimientos científico-tecnológicos propicia transformaciones profundas tanto en las economías como en la sociedad global; la I+D+i, insuficiente, propicia brechas tecnológicas, dado que las naciones con desarrollo tecnológico, producen bienes con mayor contenido de conocimiento, o sea mayor valor agregado, mayor intensidad tecnológica y por ende más competitivos.
Para la economía norteamericana el desarrollo tecnológico es la columna vertebral, del crecimiento de su PIB; China a declarado que es la Inteligencia Artificial el factor estratégico del desarrollo de su industria; desde hace 40 años Corea del Sur construye y escala sus capacidades Tecnológicas y de Innovación basadas en una inversión creciente en I+D+i y una politica nacional de Transferencia Tecnológica, a través de una intensa interacción y flujo de conocimientos entre empresas, universidades y centros de investigación.
Por su parte Finlandia, superó su crisis económica en los 90s, mediante la I+D+i como base para reestructurar su economía, reemplazando sus actividades basadas en la explotación de recursos naturales, por industrias de alto contenido tecnológico como las TICs, exportando bienes con mayor intensidad tecnológica; no fue la Inversión Extranjera, ni las empresas trasnacionales las que impulsaron su desarrollo.
En México se mantiene una fuerte dependencia tecnológica del exterior, que tiende a perpetuarse, ya que el 95% de las patentes otorgadas son de extranjeros, por lo que la transferencia e importación de bienes tecnológicos son a costos elevados, además siempre estamos rezagados ante el avance de los cambios globales.
Naciones como EU, Alemania, China, Japón, y Corea del Norte entre otros destinan entre el 2% y el 4% de su PIB a I+D+i; México destina entre el 0.4% y el 0.5%, pero para el 2021, a pesar del llamado incremento del 4%, representa solo el 0.3% del PIB, el más bajo en 20 años.
El gasto en I+D es un factor estratégico para apalancar el crecimiento económico de México, siempre y cuando el presupuesto que se destine al ramo 38 sea suficiente, pero el proyectado para el 2021, no es así; en los Criterios Generales de Política Económica (CGPE) se observa que “las politicas públicas deberán continuar adaptándose a la trayectoria de la pandemia” cuando lo que se debe hacer es superala, sentando las bases en I+D+i para lograr mejores niveles de desempeño económico, fortaleciendo además las acciones de gobierno para superar la pandemia.
A pesar de que se ha manifestado que la economía toco piso en mayo, puesto que se recupero la inversión bruta fija en 20% en junio respecto al mes anterior, pero las cifras anualizadas muestran que la caída fue del 25%, lo que significa que no se ha recuperado lo perdido.
Se estima que el decrecimiento del PIB en este 2020 será de menos 8%, pero para el 2021 crecerá 4%, resulta difícil lograrlo dado que del gasto programable de 4.6 billones, solo el 3.29% se destinará a fomento económico y al campo, mientras que entre el sector salud y el enérgetico absorverán el 57%.
Ademas para el ramo 38 de Ciencia y Tecnología, se tiene presupuestado para el 2021 26.57 mmp, de los cuales solo el 20.9% es para I+D+i, equivalente a 5.56 mmp, insuficiente para sentar las bases que impulsen al desarrollo tecnológico, que tanta falta les hace a las mipymes, además que estos recursos estan destinados prácticamente a los centros públicos de investigación, queda la incertidumbre referente a las convocatorias en las que puedan participan las Instituciones de Educación Superior; con los escasos recursos para I+D+i se confirma que la 4ªT no busca superar el rezago tecnológico en la economía nacional, ni insertarse al paradigma tecnológico que está viviendo el mundo entero. ¿seguiremos en el subdesarrollo?