De las tres fronteras de la ciencia que están abiertas, (la matemática, la geográfica) la que expresa una complejidad en constante escalamiento, a la par de los acelerados cambios en otras tecnologías, es la biológica, según lo planteó Dyson Freeman “…las moléculas, las células, los animales, los cerebros, los seres humanos o las diversas sociedades”. (Dyson, El Científico Rebelde , 2018, pág. 242)
La convergencia tecnológica contempla a la Nanotecnología-referenciando a los átomos, la biotecnología-con los genes, la infotecnología- el manejo de bits y qubits, y la cognotecnología- estudiando las neuronas, con la transversalidad de la Inteligencia Artificial.
Según Javier Echeverría con esta convergencia “no solo han generado un sistema tecnológico, sino también un nuevo espacio social” (Julio 2008, pág-31-32), enfoque distinto al del sector empresarial, cuya perspectiva es el mercado, aplicando a la biología las nuevas tecnologías, como la robótica, el cómputo cuántico, la automatización, la digitalización y la hiperconectividad, acelerando toda dinámica social, teniendo como centro de la ecuación los grandes flujos de información.
La visión empresarial ha derivado en la llamada bio revolución que contempla no solo al sector salud, si no a la agricultura, los materiales y la energía, desarrollando capacidades empresariales tecno-biológicas, para lograr mejores niveles de rendimiento, en consecuencia una mayor rivalidad vía la competitividad, éstas nuevas capacidades empresariales están en áreas como la genómica, la biología molecular, la bioquímica y la neurociencia.
El desarrollo de habilidades digitales y habilidades biológicas, están derivando en procesos productivos más rápidos, más precisos y más eficientes, generando más valor para el mercado, al incrementar un mayor contenido de conocimiento o sea valor agregado, en los bienes y servicios para el mercado.
La bio revolución es el marco para llevar a cabo procesos de bioingeniería que propicien la disminución de costos, incrementando la innovación, tanto en el uso de nuevas materias primas, como también en las nuevas fuentes de materias primas, que se obtienen mediante bioprocesos y biotecnologías, sustituyéndose las provenientes de la naturaleza. Se estima que el 60% de las materias primas de procedencia natural podrían ser producidas por biotecnologías.
La empresa Amyris que elabora productos a partir de biología sintética, a través de su sistema Lab-to-Market ha generado moléculas bioidénticas a las naturales (John, 2023), ésta empresa produce escualano con el que genera productos para la piel, este insumo se obtenía del hígado de tiburón, pero Amyris desarrolló una biotecnología a base de fermentación de azúcares y levadura genéticamente modificada, sustituyendo al insumo natural (Miguel , Mathias , & Alicia , 2023, pág. 3)
La bio revolución fortalece a la bioingeniería como disciplina científica, en tanto a principios de ingeniería para desarrollar tecnologías que den respuesta a problemas biológicos, en campos de aplicación muy diversos, tales como: en el sector salud, el diagnóstico, sistemas asistenciales, terapéutica y servicios de emergencia; en Salud Pública en acciones de prevención, higiene, deporte y alimentación; también en rehabilitación de personas con capacidades diferentes, medicina veterinaria, Zootecnia, Ecología y medio ambiente, incluso en la adaptación del ser humano en el espacio, en las bajas y altas presiones, en las olas de calor y de frío. (Poblet, Jose Mompin;, 1988).
Esta disciplina es una de las que pueden generar ecotecnologías que tanta falta hacen. Para SynBioBeta, que es una red de bioingenieros, la inversión en empresas de biología sintética, fue en el primer trimestre del 2021 más de 4 mil 600 millones de dólares, y como no, si se estima que el mercado de la bioingeniería será de 2 y 4 billones de dólares para 2030 y 2040 respectivamente.
Surge la pregunta ¿cuánto se está destinando a la I+D+i para atender las necesidades y problemas de países y poblaciones marginadas?, para los grandes corporativos su atractivo son los mercados y su posicionamiento de liderazgo en ellos.
Las expectativas del escalamiento del desarrollo tecnológico de la bio revolución es asombrosa, sobre todo en las Biomoléculas, la ingeniería genética, los Biosistemas que contemplan tejidos, órganos y la ingeniería celular, las Biomáquinas que son la interconexión humana con las máquinas, sin faltar claro la Biocomputación, o sea el ADN humano para las computadoras, sobre todo para el cómputo cuántico. ¿Y el sentido ético y social?