¿Que se festejó en este 1º de Julio? ¿El triunfo electoral? ¿la promesa de primero los pobres? ¿el fin del neoliberalismo? ¿Acaso los efectos nocivos de la austeridad republicana? ¿el bajo crecimiento económico? ¿la escases de medicinas?, ¿el fin del huachicoleo? ¿el combate a la corrupción a la par del perdón a los corruptos ya enriquecidos? ¿acaso poner en riesgo al Estado Laico de México? O ¿el cumplir las órdenes del salvaje de la casa blanca, porque nos amenazó que nos puede ir peor?
Según Rolando Cordera “las cuentas no son todo cuando se habla de política económica y social, lo peor es hacerlas mal y creérselas, sus efectos pueden ser desastrosos.
El PIB muestra en el primer trimestre de este 2019 una desaceleración en términos anuales del orden del 0.1% y una contracción respecto al trimestre anterior de menos 0.2%, comportamiento que se puede atribuir tanto a la moderación del crecimiento de la economía global, como a una mayor debilidad de la demanda interna, acentuada por problemas en la distribución de las gasolinas, los bloqueos de las vías férreas en Michoacán y los conflictos laborales en Matamoros.
Las exportaciones y las importaciones decrecieron en marzo en 1.5% y 0.5% respectivamente; la productividad laboral creció tan solo 0.2% en términos trimestrales, pero a nivel anual muestra una caída del 0.5%, lo que evidencia que nuestras pymes requieren de apoyo en materia de desarrollo tecnológico, ya que la productividad no crece por decreto y un incremento salarial no necesariamente implica un incremento en la productividad, se requiere de más y mejores conocimientos, como capacitación y asistencia tecnológica, que son resultado de la Transferencia Tecnológica y de Conocimientos, generados en las Instituciones de Educación Superior y en los Centros de Investigación.
La actividad industrial en su conjunto ha perdido dinamismo, sobre todo a nivel anual ya que decreció en 0.4% aunque en términos mensuales subió 1.5%. La inflación es del 4.8% y el tipo de cambio al 30 de junio, fluctuó entre 19.23 y 19.45 pesos por dólar, no registra variaciones abruptas.
Las expectativas de crecimiento del PIB para este 2019 son variadas, por ejemplo el Bank of América pronostica entre 1% a 0.7%, para el 2020 el 1.5% o 1.2%; mientras que JP Morgan y CitiBanamex 1.2% para este 2019.
Si bien el Presidente López Obrador cuenta con el respaldo de una mayoría social, que espera un cambio donde la corrupción, la violencia y el latrocinio desaparezcan, para dar paso a un Estado que disminuya la ofensiva desigualdad, cuyas profundidades fueron alimentadas por corruptos que transformaron a la política en la gerencia, para encubrir enriquecimientos ilícitos.
AMLO cuenta con una gran fuerza social, pero el poder todavía esta manos de sus viejos propietarios, cuyos representantes están mezclados en las estructuras del gobierno disfrazados de colaboradores, todavía fieles a la oligarquía que los creó, se muestran dispuestos para aceptar cambios superficiales, cuando no buscan sesgarlos, para mantener la vigencia del viejo sistema neoliberal en beneficio de sus intereses.
El tiempo para darle un sentido social a la distribución de los frutos económicos no han llegado, para ello es imprescindible crear las infraestructuras y el paradigma del conocimiento, como instrumentos fundamentales para acceder al bienestar social.
Los caminos realizados a mano por los integrantes de las comunidades, están bien, pero eso no los va llevar a un bienestar sostenido; lo que no está bien es que no se impulse el progreso técnico a nivel social, orientado a las tecnologías digitales y a la bioeconomía, logrando un crecimiento bajo en carbono, y desarrollando sectores productivos comunitarios, que usen y difundan el conocimiento intensivo. Pronaces lo hará posible.
Es urgente llevar a la economía mexicana hacia estructuras productivas diversificadas con mayor intensidad tecnológica para que generen bienes y servicios con mayor contenido de conocimiento y por ende más competitivos. El desarrollo de esta estructura conocida como sistema complejo, se estancó en México entre 1995 y 2014.
Sino le apostamos al conocimiento, a la investigación y a las nuevas tecnologías, los mexicanos, sobre todo los más necesitados, nunca saldrán del pantano de la pobreza. ¿no lo cree usted?