El panorama económico mundial se presenta complejo y de alto riesgo, por un lado los ejercicios militares que conjuntamente realizaron Rusia, China e Irán, el asesinato del General iraní Qasem Soleimani, la salida de Irán del Acuerdo Nuclear, el Brexit, la guerra comercial EU-China, la irracional actitud del gobierno de facto de Bolivia ante México y España, la persistencia del bloqueo a Cuba, el conflicto en Venezuela, como la subida de precios del petróleo, el débil comportamiento del crecimiento económico mundial, que según el Banco mundial, la tasa para 2019 será apenas del 2.6% la más baja en tres años, marcando así el bajo dinamismo que se estima prevalecerá durante 2020.
El centro de las disputas y diferencias, en gran medida, son los recursos naturales, el desarrollo tecnológico y la propiedad industrial e intelectual, que definen el comportamiento de los mercados y los beneficios que de ello se deriva.
La complejidad en escalamiento es un alto riesgo que viene a sumarse a los que enfrentan los mexicanos, la violencia materializada en más de 25 mil homicidios, más de 5 mil feminicidios, más de 50 mil desparecidos; lo peor es que no se ve que disminuyan, como el cobro de los derechos de piso, los secuestros, etc. De hecho la criminalidad se ha convertido en un lastre para el crecimiento económico.
La violencia criminal, además de ser catalizador del estancamiento económico, le quito oportunidades de bienestar a varias generaciones de jóvenes, que tuvieron que irse del país para convertirse en proveedores de remesas, a niveles que han superado los 30 mil millones de dólares, pero si eso obtuvieron en condiciones de explotación, ¿cuanto habrán generado a quienes los explotaron?
Los jóvenes que no salieron del país ni fueron matriculados por las instituciones educativas, ni encontraron oportunidades de empleo, se transformaron en ejercito de reserva de la criminalidad, quienes los captaron y pervirtieron.
La corrupción y la impunidad aliadas de la criminalidad, restaron eficiencia y funcionalidad a los tres órdenes de gobierno, amasiato que dio origen a la mafiocracia, alcanzando a partidos políticos, como al PAN y al PRI principalmente, los cuales al perder representatividad en las bases populares, como lo dijo Antonio Gramsci “todo movimiento político que está alejado del pueblo, está destinado al fracaso” recurrieron al fraude electoral para permanecer en el poder y continuar con el modelo neoliberal, basado en la precarización del salario, logrando en tres décadas, concentrar la riqueza del país en pocas manos.
Según OXFAM y datos de la UNAM, el índice de Gini, que mide la desigualdad, pasó de 0.49 en 1984 a 0.69 en 2018, marcando una gran desigualdad al acercarse al uno, ubicando a México en el quinto país más desigual del mundo.
Mientras que el PIB per-cápita crece menos del 1% anual, la fortuna de los 16 más ricos de México se multiplica por 5; 92 millones de mexicanos están en condiciones de pobreza, pero la situación es desesperada para más de 40 millones que están en pobreza extrema
El riesgo más alto que enfrenta la economía y la sociedad mexicana es la violencia criminal y la desigualdad que por décadas padecemos, pero también la falta de productividad en la estructura productiva, sobre todo de las pymes.
Algunos avances se registran en el norte del país con pymes que están consideradas como de base tecnológica, unas son clasificadas con servicios intensivos en conocimiento y las nuevas de base tecnológica, las primeras son Spin-offs que se crearon a partir de las Empresas Trasnacionales y las segundas son Starups, los dos tipos de empresas son de base tecnológica, tienen el denominador común de que en sus creación y desarrollo contaron con la transferencia tecnológica y de conocimientos tangibles e intangibles, ya sea por derramas tecnológicas de las Trasnacionales o bien por redes socio-profesionales con apoyo de Instituciones Educativas, su escalamiento se basa en el aprendizaje interactivo y de la innovación, además de desarrollar sus capacidades de absorción tecnológica.
Si este esquema no lo extendemos a todo el país, en todos los sectores productivos, estaremos en grave riesgo de no lograr el anhelado desarrollo. ¿No lo cree usted?