La Trasnacional Citicorp que adquirió en 2001 al Banco Nacional de México por 12 mil 500 mdd, como parte del proceso privatizador-transnacionalizado de la economía mexicana, anunció su puesta en venta, a pesar de que le ha generado utilidades por 300 mil mdp, explicando que la decisión forma parte de una visión estratégica global y no guarda relación con las perspectivas económicas de México ; se asume que obedece a la recomposición del Sistema Financiero Internacional, como parte del replanteamiento de la trinidad económica global: libre mercado, proceso privatizador y competencia entre desiguales.
El contexto de la formación de nuevas capacidades globales, para el dominio de la economía mundial, está determinado por dos grandes: La bélica y el nuevo patrón tecnológico. Lo cual está en función de la percepción del futuro por parte de EU, como de la Unión Europea, Rusia, China, Japón e India además de las naciones tecnológicas Asiáticas, enfrascados en un conflicto geotecnológico-económico y militar en escalada.
Por otra parte, está el mantener la influencia económica en América Latina a partir de una mayor dependencia tecnológica y financiera, sobre todas las naciones como México y Brasil.
Citicorp se fundó en 1815, como City Bank of New York, tras la fusión en 1998 con Travelers Group Inc, modificó su estructura actual; convirtiéndose en 1929 como la mayor financiera del mundo, tiene presencia en 97 países, 23 de ellos latinoamericanos.
Citicorp pone en venta a Banamex, esperando que sea vía la bolsa de valores, tal como se lo permitieron Vicente Fox y su Secretario de Hacienda Francisco Gil Díaz, para evadir los impuestos correspondientes por las transacciones de venta.
La trasnacional Citicorp vende Banamex pero no se va de México, Jane Fraser, presidenta ejecutiva de la Trasnacional, notificó que operarán con una nueva licencia bancaria para gruesa en atender a grandes corporativos y gestionar la inversión de clientes con grandes fortunas .
Lo que se puede interpretar que no tienen el menor interés en procesos de inclusión financiera, ni impulsar el desarrollo sustentable con sentido social, su enfoque son las grandes inversiones identificadas con tecnologías de alto impacto financiero, como la industria espacial privada, que ha comenzado a crecer en nuestro país. Citicorp se dedicará a atender a las grandes transnacionales tecnológicas, ya no a los mexicanos.
El Desarrollo tecnológico aplicado a proyectos de gran calado, son temas ignorados por el sector empresarial nacional, por el gobierno federal y por las entidades federativas, pero son temas de relevancia para los bancos, dado que son sectores de alto rendimiento financiero, que en manos de las trasnacionales servirán como elementos para contrarrestar los avances tecnológicos de las naciones asiáticas como China, Japón, Corea del Sur y Rusia, sin faltar India. Claro, que desde la perspectiva de Citicorp es una visión estratégica para defender la hegemonía económica, política y sobre todo tecnológico de los EU, México solo será un instrumento de esa estratégia.
Dado que el capitalismo como modelo económico preponderante, a nivel global se caracteriza por la constante inestabilidad y desequilibrio, se pasó de modelos económicos hacia adentro (sustitución de importaciones) a los modelos neoliberales fundamentados por el Consenso Washington, que establece el debilitamiento de la intervención económica de los Gobiernos, para reducir el gasto social, dando la preponderancia a la apertura de los mercados, eliminando tarifas y restricciones aduanales.
El resultado fue una desigualdad galopante sin control, abriendo brechas sociales y tecnológicas, profundizando la pobreza en las economías emergentes. Desde la perspectiva que plantea René Arenas Rosales en su obra “El Sistema Financiero (Global) en Pánico” el capitalismo del laissez-faire fue inapropiado para el siglo XIX y el primer tercio del siglo XX, como el neoliberalismo es totalmente inadecuado para el siglo XXI.
EU ya no tiene la hegemonía política y económica global, es muy probable que ya no habrá una nueva hegemonía, dado el desarrollo de las tecnologías y capacidades financieras de Rusia, China e India, y demás naciones asiáticas, el dilema es: si las naciones construirán una coalición negociada o el riesgo de una tercera guerra mundial. He ahí la trascendencia de alinear a las organizaciones financieras como Citicorp con las transnacionales tecnológicas.