Roberto Morales Estrella
Economía e Innovación
Ante una economía mundial en descenso y una pobreza en incremento, El Secretario Luis Videgaray está instrumentando estrategias de eficiencia financiera, respecto a la volatilidad, a costa del bienestar de los mexicanos.
En el documento que dio a conocer recientemente el Banco de México denominado “Evolución y Perspectivas de la Economía Mexicana” se presenta una panorama externo con indicadores a la baja, tanto en el PIB de las naciones emergentes, como en los desarrollados, el comercio ha bajado de 24 puntos a casi cero, en el caso de los países emergentes, las economías avanzadas y la global están en 2%; los precios de las materias primas se han reducido en un 60%, claro el petróleo ha bajado a 26.50.
Los precios del petróleo son impactados por la geopolítica bélica; Arabia Saudita, alguna vez garante de un precio mínimo, ahora despliega una mayor producción como arma contra Irán; hace una década los EU eran los mas importadores, pero ahora tienen asegurado su abastecimiento energético, tanto por su producción petrolera y como de gas Shale, por lo menos hasta el 2020.
En esta complejidad del mercado petrolero, no se puede dejar de considerar que el cumplimiento de los objetivos del cambio climático, fortalecen la generación de energías alternas, al igual que la inserción de los vehículos eléctricos.
Pero lo más impactante son los comportamientos erráticos de los mercados financieros, donde la escasa rentabilidad bancaria, la huida de las grandes gestoras, la falta de entidades que compren bonos y la necesidad de liquidez, disparan las ventas bursátiles. Dice Martínez Campuzano, un experto en bolsa, que es difícil gestionar en mercados bursátiles, cuando vez, que las acciones están subiendo 1%, sales un momento y cuando regresas ya cayeron 1.5%, la volatilidad es ingobernable.
Actualmente los mercados financieros están rotos, según expertos; porque nadie sabe el valor de los activos, por eso las caídas bruscas; en las pantallas aparecen precios de activos que en realidad no existen. La especulación priva en la operación de los mercados financieros.
Este comportamiento de los mercados, tanto de bienes, como financieros, denota una caída en las tasas de ganancia, por lo que los grandes inversionistas presionan, para que se establezcan los ajustes necesarios y recuperar sus tasas de ganancia.
Los ajustes que se están instrumentando son para que los mercados se reactiven, pero esto significa que los que puedan comprar, compren, lo que no implica que las medidas de política económica se orienten a reducir el desempleo y a hacer de las empresas pymes, organizaciones competitivas, a través de una cultura innovadora; las economías emergentes tendrán que adaptarse a la dinámica de las grandes empresas, las cuales ya cuentan con la investigación y el desarrollo tecnológico como practica empresarial, dueñas de la tecnología vía Propiedad Intelectual, solo requieren de acuerdos y tratados (como el TLC y el TPP) que les faciliten llegar a sus consumidores.
Mientras tanto la economía mexicana es objeto de numerosos recortes, tanto en el crecimiento del PIB como en sus presupuestos, según INEGI en el 2015 el PIB creció 2.4%, superior al que se logro en 2014 cuando llegamos solo al 2.15%; pero en el 2000 fue de 6.65% para caer a 1.06% en 2013; este comportamiento errático del crecimiento no se observa en el incremento de la pobreza, ya que ha sido constante el incremento de pobres hasta superar la cifra de más de 53 millones de pobres, de los cuales 23 millones no tienen acceso a la canasta básica.
El Secretario Videgaray mencionó que hay convergencia entre la política fiscal y la monetaria, para enfrentar la volatilidad de los mercados emergentes, para lo cual se aplicarán dos ajustes uno a PEMEX y otro “de manera preventiva al presupuesto de 2017”, hágame usted favor, el criterio de eficiencia financiera se aprecia en la gestión de José Antonio González en el IMSS, donde por su obsesión financiera, aplicó recortes al grado que dejo un IMSS hundido en un deterioro nunca antes visto.
El recorte al presupuesto de este 2016 tiene ya altos impactos en el bienestar social, hasta donde llegaremos en el 2017, ¿al borde de la hambruna?