Por: Roberto Morales Estrella
Nuria Labari periodista e influencer sentencia “la covid, la desigualdad el
hambre, y el cambio climático no existen por casualidad. Su origen está en la
injusticia” claro esto lo niegan los dirigentes de los grandes consorcios
internacionales y todos aquellos convencidos de que el mejor modelo
económico es el la libertad de mercado, o sea la ley del más fuerte financiera y
tecnológicamente, el que todo se privatice mercantilizándolo, como la
educación, la salud, y los recursos naturales, como el agua, además de aplicar
prácticas productivas que depredan el medio ambiente y afectan la salud, como
el fracking, prohibido en Francia y Bulgaria, o aplicar fertilizantes tóxicos como
el glifosato y el dicamba; pero ¿de qué estamos hablando? Pues del
neoliberalismo.
La población que habita Texas, son víctimas evidentes de un modelo neoliberal,
¿por qué se preguntará usted? Porque desde el año 2000, se desregulo el
mercado energético, lo que significó dejarlo a las libres fuerzas del mercado, es
decir a la privatización, donde las grandes empresas en aras del eficientísimo y
de la autosuficiencia, centrados en la maximización de ganancias, no invirtieron
lo suficiente en el mantenimiento de una red vieja y en mal estado, mientras que
los precios nunca bajaron, aunque la libre competencia los haría bajar, pero eso
no sucedió, por su parte las grandes empresas se aprovecharon de los
consumidores cautivos.
La tormenta invernal llegó a Texas y encontró un sistema vulnerable, los ductos,
se fracturaron, las tuberías de agua estallaron, quedándose sin electricidad,
millones de texanos, compras de pánico, casi sin alimentos, temperaturas bajo
cero, y quemando muebles para calentarse; el individualismo, la privatización
y la codicia, propiciaron condiciones terribles para una población que no
debería padecer tal situación en el país más rico del mundo. Pero las
trasnacionales ni se inmutaron.
Este frío extremo que padecen los texanos, es un botón de muestra de los efectos
del cambio climático, como también el ciclón Amphan que golpeó a la India, el
cual fue resultado de una ola de calor marino, generada por una década de
almacenamiento de calor en el océano; los incendios en Australia y California;
grandes ciudades de España, Bélgica, Italia y Francia encabezan el ranking de
muertes asociadas al Dióxido de Nitrógeno (NO2) gas corrosivo y oxidante
proveniente de los automóviles de combustión interna, dando lugar a reacciones
químicas en la atmosfera, generando ozono troposférico en partículas
suspendidas en el aire menores a 2.5 micras, muy dañinas para la salud, la mayor
mortalidad por estas partículas se registra en Italia, Polonia y la República
Checa.
Todos los seres biológicos del planeta compartimos, ríos, mares, bosques, aire,
culturas, glaciares, todo lo que existe; no podemos sustraernos de los efectos
del cambio climático, cuyos principales factores están, el crecimiento
demográfico, la urbanización, la deforestación, la pérdida de la biodiversidad,
y la sobrexplotación pesquera.
Factor causante y agravante es el modelo económico neoliberal fundamentado
en el libre mercado, cuyos efectos inmediatos ha sido la desigualdad y el
empobrecimiento, además de un proceso en escalamiento de degradación de los
recursos naturales, en aras de las altas ganancias corporativas. Eliminar ese
modelo económico neoliberal y cambiar la matriz energética, es cuestión de
vida o de extinción de la espacie humana, ya que para el año 2100 habrá una
reducción drástica de la población mundial, señaló Dolores Barrientos
representante en México del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente.
La colaboración a escala global no solo es posible sino impostergable.
Lara Hayes reflexiona: En los últimos 100 años hemos caminado en la luna,
enviado a marte un robot, clonado animales, desarrollado la inteligencia
artificial y el cómputo cuántico; pero el covid y el cambio climático nos han
mostrado que somos más vulnerables que nunca. ¿La crisis final estará a la
vuelta de la esquina? La hora cero puede estar tocando nuestra puerta.
Si somos inteligentes, podemos comenzar a hacer cambios radicales, como
generar un nuevo modelo económico basado en lo social y en la investigación
y el desarrollo tecnológico, para impulsar la generación y uso de la energía de
fluctuación cuántica del punto cero. Sería un buen inicio.