Con motivo de la celebración de los 150 años de existencia de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo, este lunes 3 de marzo se recibió la visita de 100 niños, todos ellos con la curiosidad por la ciencia y la tecnología, a quienes en diversos eventos se les explicó la importancia de prepararse, de hacer de la ciencia y de la ética aspectos fundamentales en su vida diaria, para entender la dinámica de los cambios que todos vivimos en cada momento. Estos 100 niños son una pequeña muestra del compromiso social de la UAEH, que ha asumido como universidad pública.
Las universidades púbicas en general y la UAEH en particular, se caracterizan por ser espacios que se amplían, en la medida en que se construyen nuevos conocimientos, de tal forma que se enriquecen con la creatividad de los jóvenes que asumen su compromiso, de formarse como profesionistas de alta calidad y seres humanos con ética y valores.
La palabra universidad proviene del vocablo universitas, que significa el conjunto integral y completo de personas constituidas en una colectividad determinada, por lo que universidad es una comunidad considerada en su aspecto colectivo; la universidad no pertenece a uno sino a todos, porque es el instrumento para la transformación física y social en beneficio de la colectividad de una región o país; basándose en dos teorías fundamentales, la primera es la teoría del intelecto, la cual sustenta que su aparición fue motivada por el interés del conocimiento científico, lo que propició el establecimiento de un foro para el libre desarrollo intelectual; la segunda es la teoría social la cual considera que las universidades surgieron como una nueva forma de comunidad, donde jóvenes, docentes, investigadores y los responsables de la gestión administrativa, conviven entorno a las actividades académicas y de investigación, para generar ciencia y tecnología que resuelva los problemas y atienda las necesidades de la sociedad a la que se deben.
Hay un tercer elemento estratégico en las universidades públicas, que es la autonomía, la cual es la salvaguarda del quehacer científico frente a los intereses dogmáticos conservadores.
La autonomía no fue, en modo alguno, un regalo o una concesión del Estado a ninguna universidad pública, ha sido y es una conquista que data de 100 años, es resultado de luchas en diferentes frentes, que hoy prevalece.
La ciencia y la tecnología son actividades disruptivas, que a lo largo de la historia se han posicionado como subversivas, porque transforman la realidad física, social, económica y cultural.
Después de desaparecer la Universidad Real y Pontificia de México fundada en 1551 misma que perduró por 300 años, como instrumento estratégico de dominio y discriminación de la España colonialista; Ya en el México independiente se creó en Pachuca Hidalgo en 1869, el “Instituto Literario y Escuela de Artes y Oficios” antecedente directo de la UAEH.
Siendo el positivismo la corriente filosófica impulsora del desarrollo científico, en 1872 se legisló dotar a este Instituto del lema “Amor, Orden y Progreso” dando pauta a la libertad científica, por ello continua siendo el lema de la UAEH. No fue sino hasta el 24 de febrero de 1961 cuando la LXIII Legislatura del Congreso del Estado, promulgó el decreto número 23 creando la Actual Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo.
La UAEH está ampliando su infraestructura, mejorando sus procesos y sobre todo retroalimentado, ampliando y creando una oferta educativa que dé respuesta a los desafíos que plantea la acelerada disrupción científica y tecnológica, a la cual no la vemos como la destructora de empleos, sino el contexto que motiva seguir desarrollando nuevas capacidades y valores en los más de 60 mil estudiantes matriculados, para ello se cuenta con una planta de más de 4 mil docentes, entre investigadores y profesores por asignatura, el alto impacto social es reflejo del noble compromiso de la UAEH, su carácter social y el valor del conocimiento, son los orientadores de sus propósitos formativos.
La fortaleza de la UAEH se ha logrado en 150 años, su legado define el presente y marca el futuro “con la frente en alto”. ¿No lo cree usted así?