Definitivamente sí, la construcción de un Sincrotrón, obligadamente es de dimensión nacional, lo que significa que en su realización como en su operación, debe estar la participación interinstitucional y la responsabilidad a nivel de Estado.
Hay varios gobiernos estatales interesados en ser la sede, la cual debería de tener una dimensión territorial para su construcción de 30 a 60 has. Un Sincrotrón es una herramienta científica de primer orden, es un acelerador de partículas, conocidas como protones y electrones, que circulan a 300 mil km por segundo, en combinación con campos eléctricos y magnéticos.
¿Para que son útiles los Sincrotrones? Generan información, que no se puede observar con microscopios, por lo que el Sincrotrón permite obtenerla a través de Rayos X , Nikolas Tesla los llamó “sombragrafias”; con ellos el Sincrotrón genera micro-haces de luz, para conocer las estructuras moleculares y propiedades de los diversos materiales.
Los primeros sincrotrones vienen desde los años 50s, actualmente existen 60 en 19 países, la nación que no tenga un Sincrotrón representa un freno para su desarrollo científico y tecnológico, como para el crecimiento económico y el bienestar social, como está sucediendo en México, dado que las muestras de nuestros investigadores las tienen que llevar para su análisis a Sincrotrones del extranjero.
¿Recuerda usted la epidemia del famoso H1N1 que sufrimos los mexicanos en el 2009? México tenía el talento científico pero carecía y carece, de la infraestructura tecnológica, para la caracterización del virus y crear la vacuna correspondiente, se tuvieron que llevar las muestras al Sincrotrón de Stanford, con un costo de 50 mil millones de pesos, pero el mayor costo fueron las muertes de más de mil personas. También pasó con la fiebre avícola, las pérdidas millonarias podrían haberse evitado, si se hubiera realizado a tiempo la caracterización del virus, a través de un Sincrotrón en México.
Un Sincrotrón, es una herramienta científica electromagnética, para la investigación básica y aplicada, de todas las áreas del conocimiento científico como la biología, la química, ingeniería, física, medicina, incluso para la construcción de procesadores de computo más pequeños, como la descontaminación de desechos de minería, en los procesos empresariales para la innovación de productos y procesos.
Tal vez la aplicación más importante de los Sincrotrones es la determinación de estructuras de biomoléculas y materiales por difracción de rayos X, fue así como se llegó a descubrir la estructura de la doble hélice del ADN.
Un Sincrotrón permite identificar las reacciones químicas, a través del estado de transición, la estructura intermedia entre reactivos y productos, que tiene lugar con mediciones en “femtosegundos” (1s y 15 ceros) los pulsos de luz del Sincrotrón tienen una duración de 100 picosegundos, equivalentes a 100 mil femtosegundos. Esto es parte de la ciencia de los Sincrotrones.
No queda duda de la gran utilidad de un Sincrotrón, según lo planteó Víctor del Rio Bello con su libro “Un Asunto de Estado: La Construcción de un Sincrotrón” en México se viene tratando el tema desde hace 15 años.
¿Cuáles son los obstáculos? uno de ellos es la falta de una masa crítica de capital humano especializado, aunque en México hay talento y una gran infraestructura en Centros de Investigación e Instituciones Educativas de excelencia, siendo la UAEH una de ellas, el tiempo en el que habrá de crearse un marco jurídico apropiado, cuya tarea corresponde a los legisladores.
Otro es el monto de la inversión, la cual se estima en 20 mil millones de pesos, en el Foro “México hacia el salto científico y tecnológico Sincrotrón” que se llevó a cabo en la cámara de senadores en 2015, se habló de una inversión de 10 mil millones de pesos, si seguimos esperando va a costar el doble o el triple de lo que se tiene estimado actualmente.
Los costos por no tenerlo supera la inversión, tenemos que pensar en las posibles catástrofes y pandemias que se nos vienen, como la gripe aviar que solo está a una cuantas mutaciones de distancia, para convertirse en la pandemia más larga y peligrosa que ha vivido nuestro planeta. ¿Cuantas veces come usted pollo y huevo a la semana? ¿se imagina si desaparecen?