Nuestros ayuntamientos deben abordar la creación de nuevos modelos de comunidades inteligentes, más eficientes, seguras y transparentes, para solventar los desafíos del vertiginoso crecimiento de la población urbana, pues el 80% de los españoles ya reside en ciudades. La economía y la sociedad son más dinámicas que nunca gracias a su digitalización. Consciente de ello, el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER) ha desarrollado una ambiciosa campaña de apoyo económico a pequeñas poblaciones para que desplieguen sus proyectos de ciudades inteligentes, a través de iniciativas como la Estrategia de Desarrollo Urbano Sostenible e Integrado (EDUSI).
Todos los ayuntamientos de España han tenido la oportunidad de obtener financiación EDUSI (como Cádiz, que el 2017 recibió 15 millones de euros), para rehabilitar su ciudad, sensorizar el municipio, mejorar la calidad del aire o gestionar más eficientemente su recogida de basuras, entre otros ejemplos. Fondos como estos, que en el caso de España alcanzan los 1.000 millones de euros (en asignaciones de 5, 10 o 15 millones, en función de la población del municipio) y podrán ser invertidos hasta 2023, pueden suponer una interesante oportunidad de modernización y transformación de sus ciudades con independencia de su tamaño.
Grandes ciudades españolas como Madrid, Valencia o Sevilla ya han desarrollado estrategias y proyectos punteros a nivel europeo. En el caso del Ayuntamiento de Madrid, Madrid Mint, un visor que muestra al ciudadano las estadísticas clave de la ciudad y un modelo de transformación de sus sistemas de gestión de los servicios públicos urbanos que impacta en la calidad de los servicios prestados a la ciudadanía para conseguir un Madrid más sostenible. Asimismo, el Ayuntamiento de Valencia ha puesto en marcha un sistema Smart City integrado en València al Minut, sirviendo información en tiempo real de la ciudad; y, en el caso del Ayuntamiento de Sevilla, por primera vez, se ha apostado por la geomonitorización en tiempo real de eventos multitudinarios, en este caso, de las cofradías durante la última Semana Santa.
Pero la tecnología de análisis de datos ha avanzado tanto (en escalabilidad y sencillez), que la digitalización no tiene por qué ser una palabra de moda o un deseo alejado de las posibilidades de los ayuntamientos de tamaño más reducido o tamaño medio. Por ejemplo, Rivas ha desarrollado una serie de mapas tridimensionales que muestran intuitivamente en qué áreas se prestan servicios de manera más intensiva, cuál es su carga impositiva o cuál es la relación entre estos dos factores. Esto permite, por un lado, que los gestores inviertan más eficientemente sus recursos y, por otro, ofrece al ciudadano una panorámica transparente del destino de sus impuestos.
Siguiendo con el ejemplo de las ciudades mencionadas (Madrid, Rivas, Sevilla o Valencia), cabe destacar que el análisis de datos geográficos es un elemento esencial a la hora de desarrollar su modelo de ciudad inteligente y, por tanto, una oportunidad para los responsables de gestionar los recursos EDUSI. Todos los activos de una ciudad (su mobiliario urbano, dispositivos de seguridad, su flota de vehículos, etc.) tiene una vertiente geográfica que puede ser analizada para desplegarlos de manera eficiente. Asimismo, todo proceso o interacción ciudadana ocurre en un lugar por una razón determinada: el azar no existe en la planificación y gestión urbana. Por ello, el catastro (antes, en papel y ubicado en un archivo, ahora, digital y en la nube) ha sido una herramienta básica en la configuración de nuestras ciudades durante siglos, utilizado para ubicar activos desde tiempos del rey romano Servio Tulio.
Para ser factible hoy, debido a la gran velocidad con la que generamos datos, el análisis geográfico debe ser llevado a cabo desde una plataforma tecnológica integral que permita gestionar la información de manera gobernada y accesible, para ponerlos al servicio de todos los interesados de manera abierta, como gestores, ciudadanos, empresas y organismos públicos. Estas nuevas plataformas actúan como un facilitador para la toma de decisiones. Junto con la apuesta de la Unión Europea por las ciudades conectadas y abiertas, los municipios españoles, independientemente de su tamaño, tienen una gran oportunidad para no perder el tren de la digitalización sostenible y alinearse con los objetivos de Europa 2020.
Fuente: Retina El Pais