El vídeo de portada pertenece a este artículodel periódico El País en su sección de “El futuro es apasionante”. Y la entrevistada, es Janette Sadik-Khan (Ex Comisionada de tráfico de Nueva York, entre los años 2007 – 2013), así que sabe muy bien de lo que habla.
Durante la última década, el surgimiento de nuevos servicios de movilidad – tales como Uber, Lyft (Similar a Uber), scooters eléctricos, bicicletas compartidas o los patinetes eléctricos – han comenzado rápidamente a transformar la forma en que la gente toma decisiones frente al transporte.
Recuerda nuestro artículo sobre 7 gráficas para comprender mejor las bicicletas en ciudad.
Muchos consideran que los servicios de transporte por carretera son la analogía más cercana que tenemos a los vehículos autónomos, por lo que comprender su impacto en las ciudades es fundamental para planificar el futuro de la movilidad.
Ante estos nuevos elementos de movilidad que entran en juego en las ciudades, muchos usuarios están cambiando los coches tradicionales por otras opciones más sostenibles. Opiniones para todos los gustos, con debates incluidos, pero la realidad es que nuestras ciudades cada vez están más contaminadas.
Las administraciones necesitan tener acceso a mejores datos (Podemos aprender más de Big Data y ciudades desde aquí) sobre las nuevas soluciones de movilidad que están surgiendo, para desarrollar políticas y planes que ayuden a maximizar los beneficios de estos servicios.
Con los datos, las ciudades pueden medir el progreso hacia metas públicas tales como reducir la congestión, ampliar el acceso equitativo al transporte y mejorar la seguridad. Sin datos, no está claro hacia dónde nos dirigimos.
Se puede obtener información sobre dónde y desde dónde viaja la gente, a qué horas y en qué días. Esto puede ser útil para las autoridades municipales, los ingenieros y los planificadores urbanos que trabajan en nuevos proyectos de infraestructura.
También, por ejemplo, pueden revelar cómo los nuevos modos de transporte están afectando la forma en que la gente viaja… ¿Ha ayudado una nueva línea de tren a reducir los atascos de tráfico en un área en particular?
Dar sentido a todos estos datos es un desafío, pero están surgiendo nuevas empresas con base tecnológica para ayudarnos a comprender mejor las ciudades.
Cómo ejemplo, la startup StreetLight Data. Procesamos billones de puntos de datos geoespaciales para medir cómo interactúan peatones, bicicletas y vehículos. Su lema… “Mida la movilidad de cualquier carretera o zona en unos pocos clics”
El sector privado tiene un papel importante, sin sus datos, estamos a medio camino. Uber, por ejemplo, se ha asociado con ciudades para ayudar a los planificadores a gestionar el crecimiento urbano, y el año pasado se unió a SharedStreets, un proyecto de intercambio de datos de la National Association of City Transportation Officials (NACTO).
Que por cierto!… La web de NACTO tiene unas excelentes guías sobre diseño de viales (En Inglés) y que se pueden consultar desde aquí.
Es evidente que, todos estos nuevos sistemas de acumulación de datos e información debe ir acompañado por una legislación oportuna que proteja de forma contundente a los usuarios, y de esto, ya hablamos en el artículo de cómo las ciudades nos vigilan.
Fuente: Ovacen