Tras ocho años de conflicto, en el Líbano viven actualmente unos 100.000 refugiados. Lo hacen en asentamientos, muchos de ellos informales y en constante movimiento, que varían en su tamaño: desde una sola tienda de campaña hasta las 200.
Medair es la ONG que trabaja en la zona para ayudar a estos refugiados, ya sea proporcionándoles cobijo o acceso a agua potable. En su operativa juega un papel cada vez más importante la tecnología. Gracias a la analítica de datos, la organización tiene hoy entre sus prioridades estratégicas el mapeado, la recopilación y la transmisión de información relativa a los campamentos.
La ONG utiliza estos datos para determinar en qué campamentos han actuado y qué necesidades concretas demanda cada uno de los asentamientos, pero también pone la información a disposición de otros organismos como ACNUR, que ahora puede acceder rápidamente a datos fiables y a mapas unificados que llevan a otro nivel la geolocalización de los distintos grupos.
En esta misión humanitaria con el Big Data como aliado, la empresa Qlik y su tecnología refuerzan la coordinación de los agentes implicados. Como explica a InnovaSpain Rafael Quintana, Regional Director de Qlik España y Portugal, en el Líbano, al igual que en otras zonas de conflicto, es preciso “tener una visión única, uniforme y completa de lo que sucede sobre el terreno para evitar duplicidades y la dispersión de la información”.
La propuesta de Qlik tiene más sentido si se tiene en cuenta que, tras ocho años, “la crisis del Líbano ha perdido la atención que merece; las donaciones menguan y por eso es más importante que nunca ser eficientes en el despliegue de los recursos”, añade Quintana, quien detalla que hace un año que Medair -que dispone de un equipo especializado en el análisis de datos- contactó con Qlik. Ocho profesionales de la compañía viajaron entonces al Líbano para participar en el despliegue de la plataforma de análisis y visualización de datos que hoy utiliza la ONG.
Desde entonces han logrado identificar y cartografiar el 99% de los asentamientos informales del país. “Las agencias de ayuda no disponían de direcciones con las que poder rastrear donde vivían los refugiados, y la naturaleza transitoria de los asentamientos complicaba la coordinación”, señala Quintana. El primer paso fue crear un punto de referencia, “para asegurarnos de que la ayuda llegaba”.
El directivo apunta que la plataforma diseñada por Qlik funciona como un repositorio en el que se vuelca toda la información recogida por los voluntarios a través de dispositivos móviles para su posterior análisis. “Este punto de acceso está disponible para todos los interesados. Hace no tanto tiempo, la información era recopilada en papel; informes que tenían que ser digitalizados en el campo base, lo que acababa invalidando parte de esos datos, que muchas veces se repetían o se perdían”.
Dentro de las aportaciones de Qlik, también es decisivo el empleo de un motor asociativo de datos desarrollado por la compañía con el objetivo de descubrir patrones ocultos que simplemente visualizando información pasarían desapercibidos. “Es una tecnología avanzada que posibilita al usuario explorar su información de manera intuitiva y compartirla fácilmente”, añade Quintana.
Tendencia
“El potencial de los datos está transformando el mundo empresarial, pero también la sociedad. La responsabilidad social y la sostenibilidad forman parte de la cultura de Qlik”, apunta Quintana para definir el ADN de la compañía fundada en 1993 en la ciudad sueca de Lund. El despliegue de su tecnología en el Líbano se enmarca por tanto dentro de una política corporativa más amplia que queda patente con iniciativas como la donación de más de 11 millones de euros en apoyo y recursos a diversas organizaciones, como agencias de la ONU o la red de ciudades inteligentes C40.
El directivo concreta otros proyectos con altas dosis de RSC. “En Estados Unidos colaboramos con Team Rubicon desde 2017. Es una ONG integrada por militares veteranos que ponen al servicio de todos su experiencia en el ejército. Qlik ofrece una plataforma que recopila datos generados a partir de múltiples sistemas y los hacen accesibles al público para su análisis y visualización”. Un trabajo similar al desarrollado para la ONG Direct Relief desde 2015.
Por otro lado, Naciones Unidas puso en marcha un portal de datos y en los últimos años ha creado diversas aplicaciones para sus misiones basadas en Qlik, como cuadros de mando de uso interno o publicación de estadísticas, entre otras.
Todo ello en un contexto en el que el directivo considera que los ciudadanos cada vez son más consciente del valor de los datos. “Solo es cuestión de tiempo que todos ascendamos en esa ‘alfabetización’ y sepamos leerlos, trabajar con ellos y compartirlos”.
Aún así, Quintana recuerda que queda mucho por hacer. Recientemente, Qlik llevó a cabo una encuesta junto con la Universidad de Pensilvania entre 600 empresas cotizadas de todo el mundo y una de las conclusiones fue que, aunque el 98 % de los directivos considera que los datos son importantes para su negocio, solo el 34 % de las empresas ofrece formación relacionada a sus empleados y únicamente el 8 % ha impulsado grandes cambios en su gestión del dato en los últimos 5 años.
Lo próximo
En un entorno de disrupción en el que la tecnología que manejan parece haber alcanzado un punto óptimo de madurez, Rafael Quintana opina que cada vez serán más los perfiles que trabajarán con datos, sean técnicos o no. “La colaboración y el análisis intuitivo serán dos pilares fundamentales. En este sentido, ganará en importancia el concepto de la inteligencia aumentada, que es la suma del potencial de la IA con la intuición humana. También veremos más interfaces orientadas a la analítica conversacional, que permitan que realmente podamos hacer preguntas mediante el lenguaje natural a nuestros datos y obtener respuestas de manera rápida y cómoda”.
El responsable de Qlik en España y Portugal añade la relevancia que a su juicio tendrá la eliminación de silos de información gracias a la colaboración impulsada por la nube y la analítica SaaS. “Como consumidores, estamos muy acostumbrados a ver servicios basados en la nube, pero en el mundo empresarial, aún se está dando ese salto. Principalmente, por razones de seguridad; pero tras el toque de atención que ha supuesto el RGPD, vemos avances y proactividad en esta línea”, concluye.