Una nueva investigación ha demostrado que la caña de azúcar puede ser modificada genéticamente con el fin de producir aceite en sus hojas y tallos, aprovechable para la producción de biogasóleo. Sorprendentemente, en las pruebas las plantas modificadas también produjeron más azúcar, que podría usarse para la producción de etanol.
Los cultivos de doble uso en el marco de la bioenergía serán más de cinco veces más rentables por acre que la soja y dos veces más que los cereales. Aún más importante, la caña de azúcar puede ser cultivada en tierras marginales que no permiten el crecimiento de buenas cosechas de cereales y soja.
En vez de campos con pozos de petróleo, el equipo de Stephen Long, de la Universidad de Illinois en Urbana-Champaign, Estados Unidos, prevé campos de plantas verdes produciendo biocombustible de forma sostenible y a perpetuidad, en tierras particularmente marginales y no apropiadas para la producción de alimentos.
En las pruebas realizadas durante el nuevo estudio, los investigadores, usando maquinaria exprimidora, extrajeron cerca del 90 por ciento del azúcar y el 60 por ciento del aceite de la planta; el jugo fue fermentado para producir etanol y más tarde fue tratado con disolventes orgánicos para recuperar el aceite.
Long y sus colaboradores consiguieron extraer aceite de dos de las variedades de caña de azúcar modificadas, en cantidades que son, respectivamente, un 67 por ciento y un 167 por ciento más grandes que las obtenibles en una caña de azúcar no modificada, respectivamente. La composición del aceite es comparable con la del obtenido de otras fuentes, como las algas que están siendo modificadas para producirlo.
Fuente:Noticias de la Ciencia