reducción de la contaminación plástica que vive el planeta, lo que proporcionaría una ayuda potencial al equilibrio del medio ambiente.
El resultado es potencialmente una solución al reciclaje de millones de toneladas de botellas de plástico, hechas de tereftalato de polietileno, conocido como PET, el que puede permanecer en el medio ambiente durante cientos de años provocando así un grave problema para la vida sostenible.
La investigación co-dirigida por equipos de la Universidad de Portsmouth y el laboratorio nacional de energía renovable del Departamento de Energía de Estados Unidos (NREL) ha sido publicada en actas de la Academia Nacional de Ciencias (PNAS).
Los profesores John McGeehan de la UoP, y el doctor Gregg Beckham del NREL, han conseguido desmembrar la estructura de los cristales del PET con una encima descubierta recientemente, la información se volcó en una estructura en 3D para conseguir comprender el funcionamiento del proceso. En el procedimiento han diseñado de forma accidental una encima que es mejor degradando el plástico que la que estudiaban, evolucionada de la naturaleza.
Una vez conseguido ese resultado, los investigadores trabajan en la mejora de la encima para conseguir llevarla más lejos y que se pueda utilizar de forma industrializada para descomponer plásticos en el menor tiempo posible.
El profesor McGeehan, quien dirige el Instituto de Ciencias Biológicas y Biomédicas de la UoP, afirma con este descubrimiento que “pocos podrían haber pronosticado desde que los plásticos se popularizaron, en los años sesenta, que se encontrarían con enormes parches de desechos plásticos flotando en los océanos”. Continuó asegurando que “todos podemos desempeñar un papel importante en el tratamiento del problema plástico, pero la comunidad científica, que en última instancia los creó, ahora debe utilizar toda la tecnología a su disposición para desarrollar soluciones reales”.
Ideonella Sakaiensis.
La Ideonella Sakaiensis es la bacteria que descompone el plástico, descubierta en 2016 por Shosuke Yoshida, producida por un insecto y fue encontrada en el interior de una planta de reciclaje; esta bacteria es capaz de degradar una lámina delgada de plástico en solo 6 semanas, a una temperatura media de 30 grados centígrados.
Por medio de las encimas se cataliza la degradación de las fibras del PET, etilenglicol y ácido tereftático, la encima los identifica como su única fuente de carbono y realiza el proceso de descomposición. Por otra parte, al liberar el ácido tereptálico se puede aislar, además de reutilizar para evitar la producción de un nuevo polímero con lo que se ahorra al tiempo que se descarta utilizar materiales derivados del petróleo.
La encima mutante.
La investigación se inició para determinar la estructura de la Ideonella Sakaiensis; el equipo usó un intenso haz de rayos X para revelar átomos individuales. La estructura de la encima se veía similar a otras ya estudiadas, aunque al momento de ser manipulada por el equipo para ver su funcionamiento de forma accidental mejoraron su capacidad para degradar el PET.
Según McGeehan el hallazgo es una “mejora modesta de un 20%” aunque ahí no terminan la posibilidades, por lo que se plantean utilizar la tecnología para potenciar su rapidez y conseguir que se utilice de forma industrializada.
Todos estos avances son cruciales para la lucha contra la contaminación de nuestro planeta, pero nosotros, con nuestros pequeños gestos diarios tambien podemos contribuir a esa reducción, empieza por estos sencillos consejos para reducir tu basura.
Fuente: Ecoinventos