Se espera que el tratamiento incremente la resistencia de las plantas de tomate y arroz al estrés medioambiental.
Los microorganismos patógenos que en principio pueden ser nocivos para las plantas, pueden ser también beneficiosos para su crecimiento y rendimiento. Dependiendo de las condiciones de cultivo, una amplia gama de estos microorganismos (tanto bacterias como hongos) son capaces de producir compuestos que fomentan la fotosíntesis, el crecimiento, la floración y la acumulación de niveles excepcionalmente elevados de almidón, según han demostrado varios trabajos de investigadores del Instituto de Agrobiotecnología de Navarra (IDAB), centro mixto del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), la Universidad Pública de Navarra (UPNA) y el Gobierno de Navarra.
Este descubrimiento permitió elaborar el concepto bad little critters, beneficial workers, según el cual los microorganismos no-beneficiosos representan una fuente aún inexplorada e inexplotada de compuestos bioestimulantes respetuosos con el medio ambiente de elevado potencial biotecnológico.
Ahora, un equipo internacional liderado por investigadores del Instituto de Agrobiotecnología de Navarra ha obtenido una subvención de 127.000 euros, de Ayudas a las Acciones de Programación Conjunta Internacional, del Programa Estatal de Investigación Científica y Técnica y de Innovación, para investigar las posibilidades del uso de fitopatógenos para mejorar el rendimiento de los cultivos en condiciones de cambio ambiental.
En concreto, el equipo estudiará en qué medida los compuestos emitidos por el hongo fitopatógeno Alternaria alternata son capaces de mejorar los rendimientos y la funcionalidad de dos especies de elevado interés agronómico (el arroz y el tomate) cultivadas en diferentes condiciones de estrés ambiental (sequía y la combinación de elevado CO2 y elevada temperatura).
“Además, profundizaremos en los mecanismos básicos implicados en la respuesta de estos cultivos a los compuestos emitidos por microorganismos patógenos”, señala el investigador principal del proyecto, Javier Pozueta, del Instituto de Agrobiotecnología de Navarra y experto en metabolismo y biología molecular de plantas y microorganismos, interacción planta-microorganismo y mejora de cultivos.
“Para llevar a cabo este trabajo se realizarán estudios basados en la utilización de herramientas ómicas (hormonómica, fenómica, proteómica, metabolómica, ionómica y transcriptómica) cuyos resultados nos permitirán elaborar modelos integradores sobre los mecanismos reguladores del crecimiento y desarrollo de las plantas al ser sometidas a una situación de estrés ambiental”, explica Pozueta. “A largo plazo, el objetivo de este proyecto es aportar información relevante para el diseño racional y la identificación de tratamientos que permitan a la planta adaptarse a condiciones medioambientales estresantes e incrementar su rendimiento y calidad”, añade.
“Se espera que el tratamiento con compuestos emitidos por cultivos de A. alternata incremente la resistencia de las plantas de tomate y arroz a diferentes tipos de estrés medioambiental, redundando positivamente sobre el rendimiento de estas plantas”, augura el investigador. “Además, se espera obtener información relevante sobre los mecanismos reguladores del crecimiento de la planta y su interacción con factores bióticos (microrganismos patógenos) y abióticos (disponibilidad de agua, temperatura y CO2ambiental)”, concluye Pozueta.
Fuente: Madrimasd