Blockchain provoca furor en Silicon Valley. La tecnología descentralizada, mediante criptomonedas y criptoactivos, está considerada como la siguiente gran ola de transformación digital del mundo financiero. Una visión plenamente justificada desde el punto de vista de Silicon Valley, porque de la misma forma que el internet abierto les permitió crear líderes internacionales, ahora esperan poder liderar el cambio de las finanzas y el dinero por un dinero o activo digital nativo de la red. Este nuevo dinero constituye una de las grandes tareas pendientes del mundo tecnológico junto a la identidad digital descentralizada (self-sovereign identity o SSI en sus siglas inglesas).
En este sentido, el reciente anuncio del consorcio Libra, liderado por Facebook y algunas de las empresas más importantes de tecnología y blockchain del mundo, ha abierto la guerra entre las empresas del siglo XX del sector financiero y las empresas del siglo XXI, lideradas por las tecnológicas.
Libra también vislumbra dos formas de entender ese futuro mundo descentralizado de las finanzas desde Silicon Valley. Por una parte el consorcio de Facebook inicialmente hará uso de tecnología DLT (distributed ledger technology) con el modelo de consorcio clásico que poco tiene que ver con la resistencia a censura que promueven modelos como bitcoin, pero promete la evolución del consorcio a un modelo totalmente abierto similar a la principal criptomoneda en el futuro.
Otros exitosos fundadores de Silicon Valley como Jack Dorsey, fundador de Twitter y Square, apuestan plenamente en apoyar ecosistemas abiertos como bitcoin. Dorsey ha creado una unidad llamada Square Crypto que le reporta directamente y que tiene como objetivo trabajar exclusivamente en el desarrollo y apoyo del protocolo, con un equipo inicial de seis personas.
¿Por qué Silicon Valley quiere conquistar el mundo financiero a través de la descentralización?
Simplemente porque puede y porque consideran que es el siguiente paso natural para seguir creciendo y consolidar a los futuros líderes mundiales tecnológicos. Con anterioridad, el mundo de las telecomunicaciones también trató de utilizar la tecnología para cambiar el mundo de los pagos digitales (nótese la presencia de Vodafone y Iliad como miembros de Libra), pero fue frenado en muchos países por el lobby financiero.
Un resultado similar lo encontramos en el mundo fintechy en su empeño en intentar rehacer las reglas de juego de las finanzas con la tecnología, también frenado y saboteado por el lobby financiero en muchos países.
Sin embargo, el mundo blockchain no sólo ha generado mucho éxito con su propuesta, también ha despertado el un interés mundial por repensar nuestra relación con el dinero en un mundo digital. En este caso no parece que hayan triunfado las artimañas del lobby financiero de señalarlo como instrumento de criminales con oscuros intereses.
Todos estos movimientos han ido abriendo cada vez más la brecha para descentralizar las finanzas con el uso de la tecnología, y Libra, junto a bitcoin, es quizás uno de los eventos más importantes de los últimos 10 años.
La importancia
Lo importante de Libra no reside en su tecnología, porque está todo por hacer y no se lanzará la red hasta 2020. Lo importante de Libra es que es un acto de fuerza, poder y voluntad de algunas de las empresas más importantes del mundo tecnológico que ha formalizado una declaración de guerra al establishment financiero. Esta declaración de guerra ha sido premeditada y muy bien preparada por Facebook y está causada por sus propias necesidades de crecimiento y desarrollo.
Esto se ve reflejado en algunos aspectos clave de la propuesta de Facebook en su white paper. Primero es notable que no hay bancos como miembros (aunque sí Visa, Mastercard, PayPal, PayU y Stripe), y no sabemos si es porque no han sido invitados o porque no han querido participar, pero sí que están algunas de las principales empresas de tecnología del momento.
Además Libra es un stablecoin (la denominación en inglés para una criptomoneda de baja volatilidad referenciada en muchos casos al dólar) compuesta por una cesta de activos de baja volatilidad (dólar, euro, libra y deuda a corto plazo) que podría convertirse en muchos países con monedas de segundo rango como una forma preferente de ahorro y pago.
Y, finalmente, siguiendo las tendencias del momento, aspira a convertirse en una red sin permiso (permisionless) desde su punto de partida actual con DLT.
Todo esto es revolucionario y constituye un acto de fuerza y confianza del mundo tecnológico. Balaji Srinivasan, de Andreessen Horowitz (miembro de Libra y una de las empresas de capital riesgo más importantes del mundo que apuesta desde hace más de seis años por el mundo bitcoin y blockchain) y ex CTO de Coinbase (miembro de Libra y una de las principales casa de cambio de criptomonedas del mundo) explicó hace años su visión de dejar atrás los núcleos de poder clásicos para promover los centros de poder tecnológicos como Silicon Valley.
Las empresas de capital riesgo participantes incluyen algunos de los sospechosos habituales del mundo bitcoin y de las criptomonedas. Inversores pioneros como Ribbit Capital o referencias mundiales defensores de Bitcoin como Andreessen Horowitz o USV. Desde el mundo blockchain y criptomonedas están Coinbase, Anchorage, Bison Trails y Xapo. El argentino Wences Casares, CEO de Xapo, que vendió Patagon al Banco Santander en el año 2000 para convertirse en Openbank, es uno de los más acérrimos defensores de bitcoin como dinero nativo de internet.
Curiosamente, la tecnología es quizás lo menos relevante en estos momentos en la apuesta de Facebook y sus socios. El juego debe pasar antes por los lobbys que intentarán influir y facilitar el camino con políticos, reguladores y opinión pública. El futuro de Libra se decidirá a ese nivel porque a diferencia de bitcoin es un modelo con participantes claramente identificados que pueden ser censurados y prohibidos. Pero se sobreentiende en que Silicon Valley confían en que sí tiene esa influencia para poder ganar la partida.
¿El mundo va ser mejor con los gigantes tecnológicos dominado el mundo financiero también?
Probablemente no. Seguramente mejor a nivel de usabilidad y calidad de servicio, pero la cuestión clave es ¿a qué precio? Silicon Valley y el mundo tecnológico hacen un marketing impecable de avance, innovación y mensajes de mejorar el mundo. Pero ha sido a costa de crear oligopolios globales que han dejado a una gran parte de la masa de la población mundial dependientes de estas empresas. ¿Qué pasará si además tienen el poder sobre parte del sistema financiero? Los actores financieros principales han abusado de su poder y la confianza depositada en ellos, pero si esos actores cambian tenemos que saber muy bien cuáles son las nuevas reglas de juego.
Ya estamos cada vez más sumergidos en entornos tecnológicos con tendencias totalitarias. Si cada vez estamos todos más conectados, pero más solos ¿quién dirige nuestras vidas? ¿Quizás sean los diseñadores de algoritmos de estas grandes empresas?
En este juego, tal como ha sido siempre, no hay buenos o malos. Sino hay una lucha de poder por una presa que eres tú. Por eso es importante entender a dónde nos llevan las tecnologías exponenciales.
La oportunidad de diferenciarnos en el mundo occidental
Los gigantes tecnológicos chinos como Tencent (con WeChat) o Alibaba (AliPay) y otros jugadores claves chinos ya han demostrado lo que es posible hacer con la tecnología para cambiar los pagos de forma centralizada. Europa y occidente tiene la oportunidad de apostar por tecnologías como Bitcoin y muchas otras que promuevan la privacidad de las personas, la transparencia de las instituciones y la igualdad de oportunidades. Si nos convertimos en líderes de este tipo de tecnologías podríamos tener una ventaja competitiva real diferenciadora y ganadora.
¿Qué podemos hacer?
Las personas podemos abrir nuestros horizontes, explorar caminos nuevos, abrazar el cambio tecnológico, aprender inglés si no lo sabemos todavía y si tenemos la oportunidad emigrar profesionalmente trabajando remotamente para las empresas que empujan el cambio en el mundo.
Si nuestros directivos y líderes políticos también toman este camino servirán de modelo para todos. Ojalá transmitan a sus mandos medios que seguir haciendo las cosas como se han hecho siempre ya no funcionan y que si sus organizaciones quieren sobrevivir necesitan tener jerarquías más planas, meritocráticas y orientadas a aprovechar el cambio.La decisión de formar parte de los ganadores o perdedores del siglo XXI la tomamos cada uno de nosotros.
Alex Preukschat es autor coordinador del libro ‘Blockchain: La revolución industrial de Internet’ Ediciones Gestión 2000 (Grupo Planeta) y de la novela gráfica ‘Bitcoin: a caza de Satoshi Nakamoto’@BitcoinComic y nodo coordinador de BlockchainEspana.com.
Con edición de Iñigo Molero
Fuente: El País RETINA