Por: Chaneke Verde
Más o menos así dice el slogan de la Comisión de Aguas y Alcantarillado de Sistemas Intermunicipales, CAASIM; digo, ya es enero, tiempo de pagar los prediales y liquidar nuestras deudas. En todo el país, los diferentes ayuntamientos ofrecen descuentos y condonación de adeudos de años anteriores tanto de predial como del agua porque el agua, es considerado un derecho humano y aunque no la pagues, no te suspenden el servicio, pero te invitan a regularizarte.
Me parece inaceptable que puedas disfrutar de un servicio sin pagarlo, es como vivir en casa ajena sin pagar la renta o como viajar en taxi, sin pagarle al taxista.
Pero el agua es más que un producto o un servicio, es la base de la existencia de la vida en la tierra y por lo tanto, es invaluable, cualquier precio que se le ponga es bajo. Pero para el ser humano es también un recurso muy valioso en la economía ya que gran parte de los procesos de producción requieren de agua, por ejemplo, la agricultura, la industria textil y energética.
Tan es así que, en diciembre de 2020, el agua comenzó a cotizar en el mercado de futuros de la bolsa de Nueva York en Wall Street. Es decir que ahora los inversionistas pueden apostar por la escasez o abundancia del agua para el futuro cercano y en base a ello, saber que industrias pueden producir lo suficiente y cuáles no. Esto solo aplica, de momento, para Estados Unidos, en concreto, California, donde ya se comercializaba con el agua, en forma de contratos de prestación de servicio entre particulares, cosa que no pasa en México, porque el agua es de todos y el único con derecho de explotarla y fijar su precio, es el Estado. Pero es probable que se vuelva tendencia mundial y la riqueza de un país se mida en función de los recursos hidráulicos que posee, en vez de la cantidad de petróleo que puede extraer.
En el mundo, existe una tendencia hacia la escasez, una de cada 3 personas no tiene acceso al agua potable. Bueno, pero ¿eso en que nos afecta a las personas ordinarias que no entendemos de economía? Imaginemos algo: si una empresa californiana, fabricante de ropa, encuentra que en México el costo del agua es menor; encontraría viable trasladar su planta a nuestro país y explotar el recurso, lo cual, muchos verían como algo maravilloso, pues generaría inversión extranjera, empleo y jugosas ganancias en impuestos.
Total, que vender petróleo es cosa del pasado, la moda ahora es comercializar el agua. Tal vez por eso en uno de los comerciales del PAN, en el cual se ataca a López Obrador, dicen que el futuro no está en abrir mar refinerías. Tal vez vender agua si nos saque de pobres, porque se prevé que, en los próximos 50 años, haya una migración humana masiva hacía los países tropicales, entre ellos México, porque tenemos (o teníamos), gran variedad de recursos naturales y condiciones favorables. Lo que ésos políticos no consideran, es que el comercializar el agua, también llevará a la sobre explotación del recurso, dañando los ecosistemas y a la población residente, situación que no le importa al inversionista.
Ésta migración ya comenzó y se pondrá peor. El ejemplo más sonado es el caso de Ciudad del Cabo, en la República de Sudáfrica, ciudad donde hace más de un año, existen severas restricciones para la dotación del líquido, prácticamente los habitantes (pobres, en su mayoría), tienen que sobrevivir con solo 50 litros de agua al día (para que te des una idea, el consumo promedio de un hogar mexicano de clase media es de 300 a 500 litros por día). Paradójicamente, Ciudad del Cabo es una metrópoli que cuenta con numerosos mantos acuíferos subterráneos, los cuales son alimentados por la montaña de la Mesa en época de lluvias, pero el gobierno no puede aprovecharlos porque el agua está contaminada por los vertederos de basura que se encuentran encima. Así, una ciudad que es rica en el elemento tiene que aprender a vivir sin ella.
Decía yo que México es un lugar con favorables condiciones para una vida amena. Por eso gran parte de los manglares de la península de Yucatán están desapareciendo para dar paso a residenciales de lujo, donde la mayoría de los dueños son extranjeros adinerados que buscan vivir en el paraíso. Sin embargo, México se encuentra entre los 33 países con más posibilidades de quedarse sin agua en 2040; tan es así que todos los Estados reportan bajas reservas en sus mantos acuíferos, basta con leer un poco para conocer la realidad.
Aún más aterrador, es ver, por todos lados a donde se viaje, presas, lagunas, ríos y lagos a punto de secarse, por ejemplo, la presa de Nuevo Necaxa en Puebla, la laguna de Zumpango en el Estado de México, El Río Tancochin en Veracruz; en Michoacán, un gran banco de arena ocupa gran parte de lo que era la laguna de Cuitzeo, de la cual queda menos del 20 %. En Hidalgo ya se perdió la laguna de Tizayuca, hace un par de años, prácticamente se perdió la laguna de Meztitlán y el año pasado casi perdemos la laguna de Tepeji; en ésta última me ha tocado ver que la gente sigue sembrando, pescando y cazando aves migratorias en sus márgenes sin que nadie se los impida y peor aún que la impunidad ante estos crímenes contra la naturaleza, es la falta de previsión al futuro, la idea es comer hoy y “mañana, Dios proveerá”, así me lo dijo literalmente una comerciante ambulante que vendía pescado sacado de la laguna, un par de mojarritas que no alcanzaban ni para un ceviche y por las cuales iba a ganar solamente 20 pesos. Por veinte pesos que tal vez alguien gane hoy, se echar a perder un ecosistema del cual pueden subsistir muchos, por muchos años.
Pero claro, como no es COVID, a nadie le alarma.
Si el agua es tan valiosa y tan escasa, ¿porque se le perdona la deuda a quien no la paga? ¿Por quedar bien con la mayoría y así ganar unos votos? No podemos seguir así, hoy en día, tener agua no debiera ser considerado un derecho, sino un privilegio para quien si la valore. Condonar los adeudos solo fomenta la irresponsabilidad y el desperdicio. Lo malo es que eso nos afecta a todos, paguemos el agua o no. ¿O tu que opinas?