La lucha para prevenir, identificar y repeler los ciberataques, que causan unas pérdidas anuales de 600.000 millones de euros, ha consolidado a la ciberseguridad como un sector emergente en empleo y facturación.
Esta es una de las conclusiones de la jornada sobre ciberseguridad, organizada este martes por Empresarios del Sur de España (Cesur) y en la que una docena de expertos han analizado la emergente criminalidad de la sociedad digital.
El responsable de ciberseguridad de Telefónica, Pedro Pablo Pérez, ha señalado que el sector que combate los ciberataques “está creciendo a doble dígito”, con una facturación de cien mil millones de dólares, y ha avisado de que su crecimiento exponencial demanda tres millones de empleos con una remuneración de anual de más de 230.000 dólares para los técnicos cualificados.
También ha valorado que cualquier pequeña empresa emergente puede ofrecer soluciones a las grandes corporaciones multinacionales, como ha ocurrido con una firma sevillana contratada por Google.
El departamento de ciberseguridad de Telefónica aglutina 13 centros en varios continentes, factura más de 407 millones, y ha tenido que contratar a doscientos profesionales en el último año.
La “la digitalización de las cosas”, ha pronosticado, sumará en 2020 más de 8.000 millones de dispositivos conectados, que conformarán un sistema económico de cambios disruptivos, en el que algunos negocios quebrarán en pocos años, sustituidos por alternativas tecnológicas, como ha ocurrido con los sms en favor de los wasaps.
“El perímetro de nuestras empresas ha desaparecido; los dispositivos móviles llevan la información fuera y muchas empresas tienen alojadas sus informaciones no en soportes propios, sino en la nube; un ataque cibernético causa una pérdida media de tres millones de euros y los ciberatacantes están un paso por delante y crecen de forma exponencial”, ha advertido.
Además, la “confianza digital” de usuarios, clientes y proveedores de que sus datos están seguros es crucial para toda empresa, que “tiene que transmitir la confianza a empleados, usuarios y clientes” de que sus datos no son vulnerados”.
Pérez, no obstante, ha criticado que este celo por la ciberseguridad haya llevado a normativas que prevén “multas desproporcionas”, de hasta un 4 por ciento de la facturación global de la empresa que, en el caso de Telefónica, alcanzaría hasta los 2.000 millones de euros.
El jefe de Ciberseguridad del Centro Criptológico Nacional del CNI, Javier Candau, ha advertido de que las administraciones españolas y, en especial, las empresas, apenas rozan el aprobado en el cumplimiento de la última Ley de Protección de Datos y Garantía de los Derechos Digitales, aprobada a final del pasado año, y que obliga a administraciones y a empresas a implementar unas medidas básicas de ciberseguridad y a notificar cualquier incidencia.
El índice de cumplimiento de estas medidas es del 64 por ciento, pese a ser una normativa de obligado cumplimiento y a que el año pasado se contabilizaron unos 40.000 ciberincidentes en España, algunos de ellos, especialmente graves.
“Las deficiencias de seguridad es un asunto preocupante y la pequeña y mediana empresa dedica muy pocos recursos a la ciberseguridad; hay un amplio margen de mejora”, ha alertado Candau.
Ha informado de que el CNI ofrece herramientas de ciberseguridad, mediante el programa Lucía, que aporta a administraciones y empresas “unas capacidades publicas mucho más baratas que las soluciones de empresas privadas”.
Ha animado a que cualquier afectado por un ciberataque notifique cuanto antes la incidencia, porque además de ser obligatorio en determinados ámbitos, críticos para la seguridad nacional, ello evita nuevos ataques a otras empresas o administraciones y agiliza la respuesta al atacante.
Ante el miedo de las empresas a que se conozca que han sufrido un ciberataque o un robo de datos, Candau ha aclarado que el CNI no comunica ningún incidente sobre el que es consultado, como si se tratase del “secreto de confesión”.
“Hasta ahora el atacante lo ha tenido muy sencillo; ahora, si se aplica la normativa, no lo va a tener tan fácil y se va a identificar mucho más fácilmente”, ha aseverado.
Este coronel del CNI ha recordado que en España ya hay más móviles que habitantes, y que su uso medio diario es de 5 a 6 horas, lo que aumenta de forma exponencial el riesgo a los ciberataques.
El presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, ha clausurado este jornada y ha animado a los empresarios participantes a “innovar”, porque es “clave para afrontar los cambios con éxito” y aunque ha admitido que la necesidad de combatir los crecientes ciberataques, ha matizado que estos riesgos “no pueden paralizarnos de ninguna de las maneras en los retos que tenemos en materia de innovación”.
Fuente: EFE