Llegan las vacaciones para muchos. Cuando tenemos unos días libres, a veces conseguimos desconectar del trabajo, pero lo que nos resulta más difícil es desengancharnos del móvil. Desde hace unos años existen estudios sobre la adicción a los teléfonos. Han aparecido trastornos como la nomofobia, que es el miedo irracional a salir de casa sin el móvil o no llevarlo encima constantemente. Además, todos los estudios coinciden en que por lo menos el 50% de usuarios de móvil son dependientes de él. La adicción es un trastorno primario que impide al individuo dejar de consumir a pesar de las consecuencias negativas que le pueden producir usar el teléfono.
Esta dependencia significa que no nos separamos del móvil, ya estemos de viaje, en la piscina o en el bar. Y provoca la constante búsqueda de conexiones y accesos a Internet en cualquier lugar, ya sea a través de de los datos 3G y 4G, el roaming si viajamos al extranjero o las redes wifi públicas y gratuitas. Estas conexiones inalámbricas abiertas son una pasarela por donde se pasean los cibercriminales, que aprovechan este tipo de redes para acceder a los terminales de los usuarios conectados.
“Los dispositivos actuales muestran de forma automática las redes wifis disponibles y pueden ser una tentación para no gastar datos ni roaming durante las vacaciones. Pero hay que tener muy presente que los atacantes suelen ofrecer una WLAN de acceso libre a modo de señuelo o trampa para capturar el tráfico de datos o distribuir malware en los dispositivos conectados, y por lo tanto suponen un riesgo real para la protección de nuestra información”, alerta Ricardo Maté, director general de Sophos Iberia.
España ha sido el país de la Unión Europea con más víctimas de algún robo de identidad por internet durante 2017. Uno de los accesos para estos ataques son las redes wifi abiertas. Para prevenir sustos durante el periodo estival, la empresa de seguridad en redes que dirige Maté y el Instituto Nacional de Ciberseguridad (INCIBE) ofrecen varios consejos para que la conexión a redes WiFI públicas durante el verano se produzca segura.
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Borre el rastro digital. Tras navegar por una red abierta y hacer uso de distintas aplicaciones y páginas web, es necesario borrar el rastro digital que ha dejado su ruta. Para ello, es aconsejable borrar el historial de navegación y las cookies, borrar los archivos temporales del navegador y cerrar las sesiones de todos los lugares donde haya ingresado con su usuario y contraseña. Además, es recomendable disponer de la última versión de Bluetooth porque a partir de la 4.0 todas las conexiones entre dispositivos aparecen cifradas por defecto.
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No acceda a información bancaria. Uno de los consejos fundamentales es no visitar ningún sitio sensible ni acceder a servicios de banca o de comercio online en los que se realicen pagos electrónicos a través de una red abierta que no sea confiable. El robo de datos puede no ser detectado hasta pasado un tiempo y los ciberdelincuentes podían acceder a las cuentas bancarias y los datos de las tarjetas de crédito sin que te dieses cuenta.
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Garantice el acceso seguro a sus redes sociales. Dado que no entrar en las redes sociales durante las vacaciones es casi misión imposible, es aconsejable proteger el acceso a las redes sociales mediante la autentificación en dos pasos, el cambio de contraseña o cerrando la sesión cada vez que salga y entre en la aplicación. Borre las redes wifi y dispositivos Bluetooth a los que se haya conectado previamente. Pueden revelar donde ha estado.
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Proteja su cuenta de correo electrónico. Si va a utilizar el email para enviar fotos o compartir información durante las vacaciones, se recomienda no utilizar la misma cuenta en la que haya información sensible. Si prefiere utilizar la cuenta de correo para subir fotos o archivos a la nube, es preferible crear una un usuario específico y minimizar el robo de información en el caso de sufrir un ataque. Desactive las conexiones Bluetooth y wifi si no las está usando.
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No descargue archivos adjuntos. La curiosidad puede ser peligrosa si hablamos de internet y contacto desconocido, y querer saber qué contiene un archivo que recibes desde una procedencia dudosa puede ser cómo abrir la puerta de su dispositivo a los ciberdelincuentes. Descargar archivos adjuntos de páginas web o documentos informativos, puede ser también un riesgo mientras esté conectado a una red wifi pública.
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Antivirus para el móvil siempre. Al igual que ya está consolidada la conciencia de contar con un antivirus para los ordenadores, esta práctica debe extenderse también a los actuales ordenadores de bolsillo que son nuestros smartphones. Los teléfonos móviles están sustituyendo en capacidad y funciones a los ordenadores y cada vez los usamos para más cosas, por eso es fundamental contar con un software de seguridad que proteja los accesos y la información que almacenan nuestros móviles o dispositivos con conexión a internet.
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Haga uso de las redes VPN. La red privada o VPN virtual te permite cifrar toda la información que se trasmite desde tus dispositivos en el momento de conectarse a una red wifi.
Un total de 3,5 millones de aplicaciones móvil son potencialmente sospechosas de las cuales el 77% son malware (en Android), asegura un estudio de SophosLabs. “Hoy en día hemos asimilado con cierta naturalidad que los ciberataques aparezcan en las noticias, por lo que deberíamos ser también conscientes de que los móviles son dispositivos vulnerables que suponen un alto riesgo cada día que no los protegemos adecuadamente.”, concluye Maté.
Fuente: El Pais