En la semana 23 de gestación, se comienzan a formar las huellas dactilares sobre las yemas de los dedos del ser humano. La Adermatoglifia, una extraña mutación descubierta hace poco provoca a quienes la sufren que las huellas dactilares directamente no estén ahí cuando nacen.
A pesar de todo, es relativamente inocua, parece que el único trastorno de las personas con adermatoglifia es que les sudan las manos un poco menos. Por otro lado, y como es obvio, tienen serias dificultades cuando se trata de cruzar la frontera o cuando tienen que hacer su documento nacional de identidad.
Es extremadamente rara, y hasta la fecha sólo se conocen unas cuantas decenas de personas afectadas. La más notable es una familia suiza de cuyos miembros 9 tienen la mutación. En 2011, un estudio consiguió identificar el gen responsable de la misma (SMARCAD1).
Irónicamente, fue el hecho de que apareciesen seres humanos sin algo tan común como las huellas dactilares lo que ayudó a la ciencia a entender cómo se forman durante la gestación y qué proteínas juegan un papel clave en el proceso.