Fue por casualidad. Y le llevo años. Pero la investigadora mexicana Mercedes López Pérez puede refrendar que la etimología de la palabra agave se cumple a cabalidad. Término de origen griego que significa admirable y noble. López Pérez hace hincapié en que esta planta oriunda de México sí tiene una serie de admirables beneficios: el principal, asegura, es que podría combatir la osteoporosis.
Tras realizar estudios en ratones, la investigadora espera comenzar el próximo año los ensayos clínicos en humanos. Considerada parte del paisaje mexicano y de la cual se elabora el tequila, 12 años atrás López Pérez, en busca de una sustancia que le permitiera identificar si un tequila era auténtico o no, dio con un hallazgo que la sorprendió.
“Nos encontramos de pura casualidad que la planta de agave tiene unos carbohidratos que desconocíamos y resultaron ser no digeribles y entonces están del lado de los carbohidratos buenos, que se llaman fructanos”, refiere.
Pero, eso sí, la investigadora advierte que tomar tequila no es algo necesariamente saludable, ya que los beneficios de la planta no están en el licor.
La investigación
Hasta ese entonces esta investigadora del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav), una reconocida institución científica mexicana, no tenía claro el beneficio del descubrimiento. Esos fructanos, explica, están clasificados como fibras solubles y hoy día estos carbohidratos ya recibien el nombre de agavinas.
López Pérez, doctora en Agricultura y Química Ambiental, con una maestría en Química y un postdoctorado en Bioquímica, todos por universidades estadounidenses, comenzó a alimentar a ratones con estos fructanos. Y tras años de investigación encontró que los animales disminuyeron de peso y bajaron los niveles de glucosa y colesterol.
“Dije: ‘Esto es muy bueno’. Pero se lo dábamos a ratoncitos sanos, lo que necesitábamos saber era si tenía algún efecto en ratones enfermos”, explica. El paso siguiente fue quitarle los ovarios a ratones hembras para potenciar la descalcificación y que se acelerara la llegada de la osteoporosis.
Los alimentaron con los fructanos del agave y tras ocho semanas el experimento dio resultado. Tras realizar estudios de los huesos con resonancia magnética nuclear y a través de microscopía electrónica de barrido, la investigadora observó que los animales habían “generado hueso nuevo y tenían huesos con la mismas propiedades de aquellos a los que no se les había inducido la osteoporosis”.
Los fructanos del agave, asegura en su estudio, “previenen la pérdida ósea y mejoran la formación de hueso”. Las conclusiones de su investigación fueron publicadas el año pasado en el Journal of Medicinal Foody luego obtuvo una patente del Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial para el uso del agave contra la osteoporosis.
Ensayos en humanos
López Pérez, quien realizó el estudio junto a María Isabel García-Vieyra y Alicia Del Real, considera que se trata del primer informe sobre los efectos de los fructanos de agave en la absorción de minerales.
Se estima que hasta diez millones de mexicanos podría estar en riesgo de sufrir osteoporosis pero para empezar a ver beneficios concretos en las personas aún queda camino por recorrer. Cada año en el país se registran 75 mil fracturas óseas por osteoporosis y la investigadora ya trabaja en el próximo paso: ensayos en humanos.
“Los análisis clínicos son súper indispensables. Hemos hecho solicitudes y escrito proyectos a la secretaría de Salud. Espero que en 2016 empecemos”, explica. López Pérez hace hincapié en que no está de más aclarar que las ventajas para el organismo que podrían tener los fructanos del agave, no implica que tomar tequila sea necesariamente saludable.
“Recibo correos, la última persona me decía: ‘Leí que si me tomo un caballito de tequila todas las noches, mi salud va a mejorar’. Pues a lo mejor no se mejora pero sí se le olvida”. El agave, explica, “o lo usas para una bebida alcohólica, para jarabe de agave o para fructanos, ninguno de los tres productos tiene las tres cosas juntas”.