Las autoridades brasileñas están usando una nueva arma para combatir con las enfermedades.
En el 2015 Brasil alcanzó la cifra de tres millones de habitantes infectados con dengue oZika. Esta cantidad se ha agravado tanto que las autoridades brasileñas no se dan abasto con sus miles de inspectores de salud, programas de educación, insecticidas y hasta el ejército. Ahora, desesperados, acuden a una nueva herramienta: mosquitos genéticamente modificados.
Esta nueva arma fue desarrollada en Oxford y distribuida por Oxitec. Consiste en modificar genéticamente a los machos de Aedes aegypti, los mosquitos que tienen a Brasil en esta situación, para que sus crías se mueran antes de poderse reproducir.
Esta especie de mosquitos es muy difícil de combatir. Es una de la que ha evolucionado para convivir con nosotros. A diferencia de sus familiares, pueden crecer en agua de basureros. Además prefieren reproducirse en lugares oscuros, lo que los hace muy difíciles de matar.
Las pruebas preliminares de esta “arma” se realizaron en las Islas Caimanes, Panamá, Malasia y Brasil, donde los resultados demostraron que la población de mosquitos se redujo hasta un 95%. En una prueba más grande alcanzaron 82% en un distrito de la ciudad de Piracicaba, Brasil. Tras ese asombroso resultado, soltarán a estos mosquitos genéticamente manipulados en el centro de la ciudad.
Las autoridades están preocupadas por el contagio de la Zika porque, además de provocar fiebre Zika causa microcefalia. Esta enfermedad provoca un desarrollo insuficiente del cráneo y generalmente lleva a atrofia cerebral en los fetos. Del 2014 a 2015 esta enfermedad se disparó de 200 a 3500 casos. Todavía no tienen certeza de cómo Zika produce esto con certeza, pero los científicos piensan que puede ser debido a que una mujer sea infectada.
El problema con el arma que están usando ahora es que una vez que se muera la población de mosquitos manipulados, Brasil tiene que comprar más. Es una medida a corto plazo. Por eso están haciendo pruebas con una bacteria llamada Wolbachia. La idea es que esta bacteria reduzca el tiempo de vida de los mosquitos antes de que puedan contagiarse con dengue. Se hereda esa enfermedad que acorta su vida, pero, poco a poco se va a haciendo más pequeño el conjunto de mosquitos infectados y al final mueren todos.
Existe una tercera opción que están desarrollando en la Universidad de California. Se trata de un nuevo gen que están desarrollando para los mosquitos, el cual los hace inmunes a la malaria. Así podrían llegar a introducir este gen a los mosquitos para que ya no porten la malaria. Todavía no hay pruebas, pero de ser posible, sería un paso preliminar para encontrar nuevos modos de acabar con enfermedades transmitidas por mosquitos.