Amenos que vivamos en una zona extremadamente seca, es común que las nubes sean parte de nuestro paisaje diario y la lluvia sea algo que hayamos experimentado alguna vez en nuestra vida.
Ya sean en forma de lluvias ligeras o tormentas, la precipitación es algo bastante muy común en la Tierra: esto forma parte del ciclo en el que el agua se recircula por la biósfera.
Pero el agua no siempre se precipita en forma líquida, también puede caer cómo un sólido, en forma de granizo.
Pero entonces, ¿por qué a veces simplemente llueve agua y otras veces hielo?, ¿qué particularidades del comportamiento de la atmósfera causan que se forme el granizo?
Sólidos, líquidos y gases
Todos los materiales que conocemos, dependiendo de la temperatura a la que estén, pueden estar en alguno de los tres estados de agregación más comunes en las condiciones de la Tierra: serán sólidos, líquidos o gaseosos.
El agua es un material que tiene la particularidad de que en la Tierra lo podemos encontrar en todos esos estados de agregación.
Arriba de cero grados Celsius el agua se presenta en estado líquido, abajo de esa temperatura tenemos agua sólida, es decir hielo.
Si la calentamos, veremos un cambio de líquido a gas, lo que ocurre más o menos a 100 °C: cuando hervimos agua lo que vemos justamente es este proceso de evaporación.
Pero no necesitamos temperaturas tan altas para que el agua se evapore: en un día soleado, el agua se evapora poco a poco sin que lo notemos, así es como la ropa que lavamos se seca, sin que el agua que está en ella llegue a su punto de ebullición.
Receta para hacer nubes
Las nubes se forman a partir del agua que se evapora lentamente: cuando el vapor llega a cierta altura donde la atmósfera está más fría, se condensa y entonces el vapor se convierte en diminutas gotas de agua líquida.
Estas diminutas gotas de agua que se agrupan en nubes, pueden permanecer suspendidas durante largo tiempo: hasta que las gotas se vuelven más grandes y pesadas, y entonces llueve.
Dependiendo de las condiciones de la atmósfera y la temperatura, a veces puede pasar que esas gotas de agua líquida al bajar se congelen, pero el granizo no es simplemente lluvia congelada.
En una granizada el hielo se forma dentro de las nubes y se precipita de esa forma al suelo: así es, el granizo es un sólido, desde que sale de la nube de tormenta.
Cuidado con el granizo
El granizo se forma cuando, por las condiciones de la atmósfera, en las nubes hay corrientes de aire cálido que suben y empujan a las gotitas hacia mayor altura donde se enfrían lo suficiente para congelarse.
Por eso, los climas templados o cálidos de la primavera o el verano son más propicios para las tormentas de granizo.
Si las corrientes de aire son suficientemente fuertes, las partículas de agua congelada bajan y suben dentro de la nube: en cada una de estas vueltas consiguen una capa más de hielo, aumentando su tamaño.
En algún momento aunque estas corrientes continúen ya no pueden mantener al granizo dentro de la nube y entonces se precipitan hacia el suelo.
Cuando las bolitas de granizo son muy grandes, puede causar daños, desde dañar cosechas, romper vidrios o herir personas.
Pero en general la mayoría del granizo que se precipita de las nubes es en general pequeño: de unos 5 milímetros, hasta un par de centímetros.
También muchas veces la precipitación de granizo está asociada con las tormentas eléctricas, así que si los rayos no son razón suficiente para que se mantengan a resguardo cuando estas ocurren, ahora tienen una razón más para hacerlo: protegerse del granizo.
Fuente: fayerwayer.com