Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) realizan un estudio sobre el comportamiento espacial y temporal de 500 mil abejas de la especie Apis mellifera, a través de la colocación de microsensores de radio frecuencia que permitan determinar factores de estrés en la abeja, como enfermedades, pesticidas y contaminación del ambiente, además de analizar el movimiento y su capacidad para polinizar.
El doctor Víctor Hugo Anaya Muñoz, miembro del equipo de investigadores, señaló que los sensores, cuyo tamaño es menor a los tres milímetros, son colocados en el tórax de las abejas y se monitorean desde la Estación de Biología Chamela de la UNAM, ubicada en la Reserva de la Biosfera Chamela-Cuixmala, al sur del estado de Jalisco.
La tecnología de seguimiento de las abejas fue desarrollada por científicos del Commonwealth Scientific and Industrial Research Organisation (CSIRO) con sede en Australia, con quienes se estableció contacto por una iniciativa global por el bienestar de las abejas, señaló el investigador.
“El resultado del estudio permitiría conocer bajo qué condiciones agroambientales ciertas poblaciones de abejas presentan cambios de comportamiento o variaciones en la fuente de recursos nutricionales, que pudiesen afectar el tamaño de la población o sus reservas de alimento. Además, podríamos conocer qué patrones genéticos son los más exitosos para un productivo manejo de colmena”, se lee en la página del Lanase.
Estos y otros datos se explicaron durante la plática titulada Importancia de los polinizadores en el marco de la pasada emisión de la Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara 2015, donde se presentó el avance de la investigación Monitoreo poblacional y genético del decline de polinizadores usando como modelo Apis mellifera, en el estand del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt).
En conjunto, el conocimiento generado permitiría la creación de programas de asistencia, capacitación y mejoramiento genético de abejas, para elevar la calidad de la producción agrícola y apícola en México.
Otro de los principales motores de la investigación es conocer más sobre el síndrome de colapso de colmena, problema que atañe a las abejas y ha causado decrecimiento en la especie a nivel mundial.
Insectos polinizadores
El estudio Monitoreo poblacional y genético del decline de polinizadores usando como modelo Apis mellifera busca establecer la importancia que tienen, además de las abejas, insectos como las moscas, polillas, mariposas, avispas y escarabajos en la polinización de cultivos.
Anaya Muñoz señaló que, para razones de este proyecto, se enfocaron en el análisis de cultivos de calabaza, chayote, chile, pepino, tomatillo, tomate y sandía, tras lo que se concluyó que la producción del chayote depende al 100 por ciento de los insectos, la sandía, en 98 por ciento, el pepino, en 94 por ciento y el resto, en menos de 50 por ciento. Con ello, los especialistas han podido confirmar la relación directa que guardan los insectos, en especial las abejas, en el proceso de polinización.
Cabe destacar que estos cultivos no son los únicos que dependen de la polinización por insectos. El aguacate depende al menos en 80 por ciento de ellos, mientras que el café, en 73 por ciento y el melón y brócoli, en 98 por ciento.
Anaya Muñoz compartió con la audiencia que de mantenerse esta tendencia en declive de insectos polinizadores, las proyecciones en el país para el año 2050 auguran zonas completamente libres de estos animales, mientras que en otras áreas donde en la actualidad abundan, la población de estos decrecería abruptamente, mermando así otros procesos naturales.