Un equipo de investigadores de la Universidad de Toronto ha descrito la primera especie híbrida de ave encontrada en la selva Amazónica.
A través de una serie de pruebas genéticas y de otros tipos el equipo ha revelado que el saltarín coronidorado -descubierto por primera vez en 1957 en Brazil pero sin ser registrado nuevamente hasta 2002- es de hecho una especie de origen híbrido.
“Mientras que las especies híbridas de plantas son muy comunes las especies híbridas entre los vertebrados son muy raras” menciona Jason Weir, profesor asociado, quien es uno de los autores del estudio.
Una especie híbrida se origina cuando dos especies parentales se aparean entre sí para producir una población híbrida la cuál pierde la capacidad de reproducirse libremente con dichas especies parentales. En este caso, las dos especies parentales son el saltarín de cabeza blanca, llamado así por sus plumas de la cabeza que tienen una brillante coloración blanca, y el saltarín opalescente, nombrado de esa forma por sus plumas de la cabeza que tienen una brillante coloración iridiscente.
Weir y su equipo, que incluyó al ya graduado doctor y autor principal Alfredo Barrera-Guzmán, reunieron muestras genéticas y de plumas durante dos expediciones separadas a Brasil. Ellos fueron capaces de secuenciar una gran porción del genoma del saltarín coronidorado incluyendo 16,000 diferentes marcadores genéticos y encontraron que alrededor del 20 por ciento de su genoma proviene del saltarín de cabeza blanca y alrededor del 80 por ciento proviene del saltarín opalescente.
Los investigadores usaron un método denominado modelación por coalescencia para inferir en que momento el saltarín coronidorado se diferenció de las especies parentales. Ellos determinaron que fue hace 180,000 años aproximadamente que las dos especies parentales se aparearon y que ambas especies parentales divergieron de un ancestro común hace 300,000 años aproximadamente. Estos resultados indican que las tres especies de saltarines son muy jóvenes si se comparan con las edades de otras especies del Amazonas.
“La mayoría de las especies de aves del Amazonas divergieron de su pariente más reciente entre 1.5 a 4 millones de años aproximadamente por lo que estas son aves muy jóvenes en comparación” dice Weir, quien es experto en biodiversidad de aves de Nuevo Mundo.
El macho del saltarín coronidorado tiene plumas amarillas únicas en la cabeza que son más apagadas que las brillantes plumas de la cabeza de las especies parentales. Para aprender más de esta inusual característica los científicos emplearon un microscopio electrónico para observar de forma más cercana la estructura de queratina que conforma las plumas de la cabeza en las tres especies de aves. Cada una de las dos especies parentales poseen diferentes arreglos estructurales de la queratina, la cuál es responsable de crear colores altamente reflectivos que ayudan a los machos a exhibirse ante las hembras en el oscuro interior de la selva húmeda. En el caso del saltarín coronidorado, el equipo descubrió que la estructura de la queratina de sus plumas era una mezcla de las estructuras de ambas especies parentales.
“El saltarín coronidorado terminó con una estructura intermedia de queratina que es muy deficiente para producir el brillante blanco o la iridiscencia reflectiva de las especies parentales,” indica Weir.
Probablemente al inicio de su existencia el saltarín coronidorado poseía plumas de una coloración blanca apagada o grisácea como resultado de su estructura de queratina, pero eventualmente evolucionó plumas amarillas como una forma alternativa de atraer a las hembras. El resultado final es una especie con una coloración producida de una forma única.
El saltarín coronidorado habita en un área de aproximadamente 200 Km2 en la parte Sur-Central de la selva Amazónica que está ampliamente separada de las áreas donde habitan las especies parentales por amplios ríos que las aves son reacias a cruzar. Como señala Weir, el hecho de que se haya mantenido como una especie distinta probablemente se deba a que estuvo aislada geográficamente de las especies parentales en algún momento durante una pasada edad de hielo cuando la cobertura de selva húmeda se contrajo y los amplios ríos formaron barreras naturales.
“Sin aislamiento geográfico es muy probable que esto nunca hubiese sucedido porque no se puede concebir a los híbridos evolucionando como especies separadas en otras áreas donde ambas especies parentales se encuentran.”
Hay algunos otros potenciales candidatos a especies híbridas en la naturaleza, tal es el caso del lobo rojo del Este de Norteamérica, posiblemente un híbrido entre el coyote y el lobo gris. Y mientras que los híbridos entre dos especies suelen estar presentes en la naturaleza, como Weir señala, en la mayoría de los casos estos no desarrollarán características únicas que los hace volverse especies distintas.
“Esto es lo que hace del saltarín coronidorado un animal tan novedoso” menciona.
Fuente: U. Toronto